Cultura

Los profesionales de RTVE se preguntan por el ‘posible’ destino de los terrenos que quedarán libres en Prado del Rey

Son sólo rumores, pero según algunos sectores cercanos a los profesionales de RTVE, han inundado los pasillos del ente público, tras el anuncio de que la compañía ha adjudicado un contrato para demoler algunos edificios en Prado del Rey. ¿Tendrá pensado el nuevo presidente, Leopoldo González-Echenique recuperar el fallido plan inmobiliario que diseño Luis Fernández?

No hay en esta ‘circulación informativa’ ni prueba alguna, ni bases que lo corroboren. Sólo una mínima coincidencia que, cuando menos, debería servir, para ‘reivindicar’ la veracidad de las afirmaciones del muy denostado Fernández. El hecho de que la justificación del derribo de los edificios afectados sea el riesgo de amianto.

De modo que lo cierto es que RTVE ha encargado a dos empresas, Excavaciones Olloquiegui y Rover Alcisa, la demolición del taller de decorados, el edificio de moviolas, el de vestuarios, el almacén de iluminación, la central de climatización, el almacén de grúas y un conjunto de casetas modulares prefabricadas. El proyecto costará 1,337 millones de euros, de los que 450.683 serán para las empresas encargadas de su ejecución.

Sin embargo, el hecho de que hace cinco años, Fernández plantease algo muy similar a lo que va a hacerse ahora ha disparado las especulaciones. El entonces presidente de RTVE, planteó la necesidad de agrupar las sedes del ente público y reducir su capacidad. Para conseguirlo, además de derribar algunos edificios, vendería otros y compraría unos terrenos en los que edificar una nueva sede que costaría unos 600 millones de euros y estaría ubicada en Retamar, cerca de Prado del Rey, en unos terrenos del Ministerio de Defensa.

Según los cálculos de Fernández, el ente iba a sacar unos 180 millones de beneficio al final de una operación en la que se desprendería de Prado del Rey y Torrespaña, las sedes de Pozuelo de Alarcón y los Estudios Buñuel.

El proyecto fue entonces rechazado por los consejeros del PP que no lo consideraban prioritario y, además, generó una fuerte polémica, cuando Fernández designó a dedo a Pedro Pablo Mansilla, un ex alto cargo del PSOE durante los gobiernos de Felipe González, para dirigir la operación.

Finalmente, el proyecto se canceló en 2010, cuando ya era presidente de RTVE, Alberto Oliart. Aunque el Consejo del Ente admitió que era necesario llevar a cabo alguna reducción de la capacidad sobrante. Los sindicatos, por su parte, afirman que habría que aprovechar las instalaciones para potenciar la producción propia y reducir las compras de contenidos en el exterior.

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