El guitarrista flamenco Miguel de Vega, conocido como ‘el Niño Miguel’ ha fallecido en su tierra, Huelva a los 61 años de edad.
Maestro de grandes flamencos, como su sobrino ‘tomatito’ o Rafael Riqueni, en la década de los setenta del pasado siglo compartió casa de discos con Paco de Lucia y compitió con él por el título del músico más innovador de este estilo.
Fue el alumno más aventajado de su padre, el también guitarrista español Miguel ‘el Tomate’ y grabó dos discos con Universal, «La guitarra del Niño Miguel» y «Diferente», considerados obras cumbres del género, que se reeditarían en 1999 bajo el título «‘Grabaciones históricas. El flamenco es universal. Niño Miguel».
Pero su adicción a las drogas le pasaría una factura impagable que, en sus últimos años de vida, le llevaría a ‘ganarse la vida’ como músico callejero en Huelva y a tener serios problemas con la esquizofrenia.
Sin embargo, la ayuda de los aficionados, y de muchos otros músicos del género que le admiraron siempre, le permitió recuperarse tras ingresar en 2010 en un centro de desintoxicación.
El milagro culminó en noviembre de 2011 con una sonada reaparición en el Teatro Central de Sevilla donde se agotaron las localidades y que prometía ser el principio de una nueva etapa en su irregular carrera.
Pero, le falló la salud y finalmente la neumonía que forzó su ingreso en el hospital Juan Ramón Jiménez hace un mes acabó con él.
