CSICA apunta que la continuidad de la actividad económica es lo que permitirá la continuidad del mayor número de puestos de trabajo”. La adquisición de CatalunyaCaixa por BBVA por algo menos de 1.200 millones de euros, anunciada el pasado mes de julio, tiene todavía muchos flecos pendientes. Entre los que más preocupan a los sindicatos, las decisiones que tome el banco que preside Francisco González sobre el recorte de plantilla necesario en la entidad catalana, y el mantenimiento o no de la marca comercial.
Tal y como señala la sección sindical de CSICA-ATB en CatalunyaCaixa, se espera que BBVA opte por mantener la marca comercial al menos durante un tiempo prolongado. “Una cosa será, llegado el momento, el hecho de la plena propiedad de CatalunyaCaixa, formando parte del grupo BBVA, y otra, de darse el caso, el de la integración en la estructura del grupo adquirente”, avisa este sindicato, que añade que “cada cosa acontecerá en momentos diferentes y su convergencia, de producirse, precisará la coexistencia de las marcas durante un período de tiempo más o menos largo”.
El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, ya señaló el pasado julio durante la presentación de resultados del banco que no había “prisa” por tomar una decisión sobre este asunto, ya que “hasta principios de 2016” no se prevé la integración total de la red.
El antecedente más próximo es la compra de otra entidad catalana, Unnim. En este caso, BBVA decidió prescindir de la marca de la rescatada, si bien, tal y como reconoció Cano, CatalunyaCaixa es una marca mucho más arraigada en la región, mientras que Unnim tenía muy poco recorrido.
En lo que se refiere a la plantilla, CSICA considera que “la continuidad de la actividad económica, en el marco de un proyecto solvente, es lo que permitirá la continuidad del mayor número de puestos de trabajo, en las mejores condiciones laborales posibles”.
La compra por parte de BBVA conllevará una nueva reducción de plantilla de CatalunyaCaixa. No obstante, los sindicatos de la entidad creen que el banco que preside Francisco González tiene un tamaño suficiente para absorber la plantilla de la entidad rescatada dentro de su estructura. Por ello, confían en que siga el ejemplo de la compra de Unnim, que se saldó con un recorte de 1.200 empleados pero sin medidas traumáticas, a través especialmente de prejubilaciones.
Según los cálculos de BBVA, CatalunyaCaixa generará unos 300 millones de euros de beneficios al año a partir de 2018. La entidad fue adquirida en subasta por el banco azul a cambio de 1.187 millones de euros, lo que se traduce en unas pérdidas para el Fondo de Reestructuración Ordenada (FROB) de 11.500 millones a costa de los contribuyentes.
