El sindicato busca apoyos para que a través de prejubilaciones voluntarias se realice el ajuste de un 5% de la plantilla al que obliga la Comisión Europea antes de 2016. Una vez que Unicaja, que incluye Banco Ceiss, ha pasado con buena nota la evaluación global del Banco Central Europeo (BCE), los sindicatos comienzan a mover ficha para que el banco lleve a cabo un proceso de prejubilaciones voluntarias a las que puedan acogerse los trabajadores mayores de 55 años. El promotor de la idea, UGT, considera que de este modo se podría realizar el ajuste de un 5% de la plantilla de la entidad castellana que Bruselas exige que se realice antes de 2016.
Según señala la sección sindical de UGT en Ceiss a través de un comunicado, “entendemos que es el momento y existen soluciones para acordar decisiones que eviten que esta nueva imposición perjudique a los trabajadores, máximos responsables de que el banco continúe hoy en funcionamiento”.
Por ello, el sindicato ha presentado un escrito a la empresa solicitando reunión urgente de la comisión negociadora, para intentar acordar la salida “voluntaria” de los compañeros que han cumplido 55 o más años (unos 240 según sus cálculos), y cumplir de este modo con la nueva reducción de plantilla impuesta por Bruselas.
Ceiss sigue inmerso en el ERE que ya le impuso la Comisión Europea después de recibir un rescate de 604 millones de euros. Este ajuste supondrá la salida de 1.230 trabajadores (un 26% de los 4.700 del total de la plantilla) a través de prejubilaciones y bajas incentivadas, así como el cierre de 263 oficinas.
El ajuste en vigor no se puede ampliar, pero los servicios jurídicos de UGT consideran que esta propuesta tiene cobertura en el actual ERE que concluye el 31 de diciembre, aunque considera que “ha de acordarse con la firma de todas las secciones sindicales”.
La formación sindical recuerda que Ceiss dispone de “plusvalías importantes” en su cartera de deuda pública que “podrían difuminarse” ante un cambio de tendencia en los mercados. En el mismo sentido, Unicaja Banco se ha apuntado 422 millones de euros en su cuenta de resultados del primer trimestre por la compra de la castellana. “Con la realización de solo parte de las plusvalías latentes se obtendrían los fondos necesarios para estas bajas voluntarias, y liberarían recursos a la empresa para poder incrementar su inversión crediticia”, señala UGT.
El sindicato también ha solicitado que sean anuladas las suspensiones de contrato obligatorias previstas y que no haya ningún despido forzoso más, ya que con su plan se “puede cumplir con la imposición de Bruselas sin damnificar a los trabajadores”, concluye.
