Economía

Las ‘fusiones virtuales’ se convierten en la opción de las cajas para evitar vetos políticos

Las reticencias y amenazas de vetos políticos por parte de los Gobiernos autonómicos han sido unos de los principales frenos a la reestructuración del sector de las cajas de ahorros, pero las entidades comienzan a esquivar estas trabas políticas gracias a instrumentos como las fusiones virtuales.

Estas fusiones se producen mediante los denominados Sistemas Institucionales de Protección (SIP), las diferentes entidades crean un grupo económico que integra sus políticas de riesgos, solvencia y gestión financiera, pero al mismo tiempo logran mantener la personalidad jurídica e institucional de cada caja, con lo que los Gobiernos autonómicos mantienen también su representación en ellas. Caja Navarra (CAN) y la Caja General de Canarias fueron las primeras que salvaron toda traba política y anunciaron una integración entre ellas, que vistieron bajo el manto de la complementariedad, manteniendo las marcas, la personalidad jurídica propia y sus órganos de gobierno.

Según han reconocido las entidades, que esperan cerrar el acuerdo en unos seis meses, el proceso de integración entre las dos cajas es “un híbrido” que cuenta con las mismas ventajas que una fusión pero sin que desaparezca la personalidad jurídica de las cajas. Este modelo de integración fue el elegido ya que la “sensibilidad histórica” y la “raigambre cultural” de los territorios a los que están vinculados ambas entidades lo aconsejaba así.

El ejemplo de CAN y Caja canarias ya ha sido seguido por Caja Rioja, Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI) y la Caja Insular de Canarias, toda vez que el Banco de España dio su visto bueno a esta operación.

Así, estas tres cajas anunciaban a finales del pasado mes el estudio de la creación de un SIP que les permitiera acentuar la cooperación entre ellas. Hasta ahora, ya compartían junto a Caixa d’Estalvis de Sabadell, y a través de de ATCA (Asociación Técnica de Cajas de Ahorros), su plataforma tecnológica y operativa para una colaboración informática. Como en el caso de CAN y Caja Canarias, en todo momento se va a respetar la personalidad jurídica propia de cada una de ellas, su Obra Social y su marca e identidad corporativa. Tras estas dos operaciones puestas en marcha, los rumores del mercado apuntan ahora a Caixanova, a Caja Cantanbria, o Caja Murcia.

Sin ser similar, en la compra de CCM por parte de Cajastur también se ha optado por mantener cierta independencia de la manchega. CCM no se integra directamente en Cajastur, sino en su filial Banco Liberta, que es la que se queda con todo el negocio financiero de la actual CCM, absorbiendo los activos y pasivos. A cambio, CCM se quedará con un 25% del citado banco, cuya sede social estará en Toledo.

El origen del SIP está en una directiva europea aprobada en 2006 y que se adaptó a la legislación española entre los años 2007 y 2008. Las ventajas son el mejor acceso al mercado de capitales para obtener liquidez, una mejor valoración de las agencias de ‘rating’ y una gestión más robusta y con un control interno más eficaz.

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