CSICA se compromete a “combatir esta nueva tropelía, en la mesa de negociación o en los tribunales”. Liberbank logrará un ahorro de costes considerable si se sale con la suya en su plan para llevar a cabo 615 prejubilaciones ‘voluntarias’ al margen de la negociación con los sindicatos. Según los cálculos de CSICA, los salarios que deberían percibir los trabajadores afectados por este proceso hasta cumplir los 65 años ascenderían a 220 millones de euros, casi el doble de los 110 millones que le costará realizar este ajuste al banco, que ya ha provisionado ese dinero.
El sindicato denuncia en una circular que los salarios pendientes de percibir por los trabajadores afectados desde la fecha ofertada de desvinculación a la fecha prevista de jubilación legal, “que es a los 65 años si se pretende cobrar la pensión completa”, ascienden a unos 220 millones de euros. “Este es el valor a ‘comprar’ por el empresario que ofrece por ello 111 millones de euros, es decir está ofreciendo una prejubilación al 50%, o lo que es lo mismo, una tentativa ridícula de ERE low cost”, critica CSICA.
Es este ahorro el que explica, a juicio de la formación, que Liberbank prefiera negociar caso por caso con los posibles afectados en vez de iniciar una negociación colectiva. Tal y como señala, si se aplicasen a estas 615 bajas las condiciones firmadas en el ERE de enero de 2011, el coste para la entidad ascendería a unos 150 millones de euros, “lo cual acredita que la ‘oferta’ empresarial de 2015 es unos 39 millones más barata que cuando estábamos comenzando a capear la crisis ya superada”.
“En CSICA ya hemos prometido que combatiremos esta nueva tropelía, en la mesa de negociación o en los tribunales”, avisa el sindicato, que si bien reconoce que “respetamos” a los trabajadores que quieran “salir huyendo de un clima laboral ingrato y desagradable, apoyado en la persecución y el desatino permanente”, avisa de que “no vamos a tolerar que el empresario actúe al margen de los intereses de los trabajadores”.
El banco surgido de la fusión de Cajastur (CCM), Caja Cantabria y Caja Extremadura ha planteado realizar a partir de septiembre un programa de bajas voluntarias incentivadas dirigidas a los empleados nacidos en los años 1956, 1957 y 1958, que se materializará a través de pactos individuales. El colectivo susceptible de acogerse a este plan estaría compuesto por 615 empleados del grupo, aunque la entidad podría ofrecer la adhesión al mismo a empleados nacidos con posterioridad al de enero de 1959, hasta completar el cupo de bajas previstas en este plan.
