La entidad heredera de las cajas de ahorros vascas tampoco contempla participar en operaciones corporativas a medio plazo ni hacer caja con su cartera industrial. Kutxabank, el banco resultante de la integración de las antiguas cajas de ahorros vascas, no llamará a las puertas de la Bolsa de Bilbao por ahora. Ni dentro de los próximos cuatro años. El plan estratégico que ha diseñado la entidad con horizonte en el ejercicio 2019 descarta el debut bursátil que algunos expertos vaticinaban casi seguro.
El encargado de desvelar esta ausencia de planes para salir a Bolsa ha sido el mismo presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia. Aunque el alto directivo ha reconocido que el Banco de España ha insistido en la salida a cotización como vía para la captación de nuevos recursos financieros, considera que la entidad puede mantener sin cambios su actual estructura de capital asegurando su solvencia y la prestación de sus servicios.
En este sentido, Villalabeitia defiende que las antiguas cajas de ahorros cuentan con recursos suficientes como para cubrir cualquier exigencia que pueda sobrevenir del fondo de reserva del Banco de España y que se estima en unos 250 millones de euros. Por el momento, y en principio hasta 2019, el capital de Kutxabank se lo reparten las fundaciones bancarias BBK (57%), Kutxa (32%) y Vital (11%).
Al igual que la salida a Bolsa, el presidente ha descartado participar en ningún movimiento corporativo. En su opinión, y según ha explicado en un acto celebrado por la patronal vasca Cebek, “ahora no toca” crecimiento exógeno, sino mejorar rentabilidad pese a que ya cuenta con una de las ratios más elevadas de todas las entidades españolas. “Lo dejaremos para otro momento”, después de indicar que realmente no ve al banco vasco como comprador en el actual panorama.
Con el objetivo de duplicar el valor de la entidad en los próximos cuatro años, Kutxabank se ha mostrado determinado a aguantar su cartera de inversiones empresariales a salvo de las desinversiones a las que se han lanzado muchos de sus rivales financieros. Su cartera de participaciones alcanza a 171 compañías y un valor de 3.123 millones netos, de los que un 82% se concentra en una única docena de sociedades. A pesar de que el Banco de España ha afirmado que este modelo “no es sostenible”, el directivo vasco asegura que se está negociando un “redimensionamiento ordenado y holgado en el tiempo”.
