Los localismos de las patronales empresariales se han convertido en uno de los principales frenos para la reestructuración del sector de las cajas de ahorros, ante la preocupación de que la perdida de cercanía con las entidades conlleven un acceso más difícil al crédito.
El último ejemplo se ha dado en las Islas Baleares, donde Sa Nostra.
La caja se ha visto obligada a buscar de manera urgente una alianza con otras entidades para poder reforzar su solvencia y tener un acceso más barato a la financiación. Esta alianza no será en ningún caso una fusión que conlleve la desaparición de la caja como tal, no sólo por las presiones del Gobierno regional, sino también por las de la patronal empresarial.
El presidente de la Confederació d´Associacions Empresarials de Balears, CAEB, Josep Oliver, ya adelantó tras conocerse el inicio de las conversaciones que cualquier acuerdo con otras entidades financieras debería mantener la independencia de Sa Nostra y su “vinculación” a las empresas de las Islas. Un caso similar se está dando en Galicia, donde el proyecto impulsado por la Xunta cuenta con sus principales detractores en el sector empresarial, especialmente del entorno de Vigo.
José García Costas, presidente de la Cámara de Comercio de Vigo, con un puesto en el Consejo de Caixanova, ya ha mostrado en público su rechazo a la fusión, lo que le ha valido críticas del Gobierno regional, y muestras de apoyo del sector empresarial. Ricardo Mirón, presidente de la Cámara de Comercio de Pontevedra, ha reclamado el derecho de los empresarios a posicionarse sin que “nadie” les presione. Su preferencia es “que haya dos entidades”. Donde aún no se ha llegado a ningún acuerdo es en la Comunidad Valenciana, donde las patronales empresariales se han mostrado contrarios a todos los frentes de fusión abiertos, especialmente al propuesto por la Generalitat, de fusión entre CAM y Bancaja. La Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) se ha mostrado muy contraria a esta posible operación dado que pese a “permitir crear la segunda mayor caja de ahorros de España”, conllevaría “pérdida de puestos de trabajo” y “duplicidad de tareas”.
En Castilla y León también se han producido roces con el sector empresarial desde que se inició el proceso de reestructuración. La Cecale se ha mostrado a favor en todo caso de que las fusiones queden dentro de la autonomía, lo que podría chocar en este caso con los planes de Caja Burgos de adherirse a la fusión fría entre CAN y Canarias.
