Economía

Nueva Rumasa insiste en que le ‘regalen’ SOS

La familia Ruiz-Mateos ha vuelto a interesarse en la compra de SOS. Pero, ¿a qué precio? La única cifra que ha trascendido fue en diciembre y era de 1,5 euros por título, una cantidad, que si se compara con el precio actual de la acción de SOS supone un descuento de más del 83%.

El consejero delegado de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos Rivero, ha asegurado que la incorporación de SOS “cuadraría perfectamente” con su consorcio por las “enormes posibilidades” que tiene para el futuro. Precisamente, esta es la tesis en la que se apoya la publicidad de su última emisión de pagarés. “Financiar la compra de un importante grupo de alimentación” sería la finalidad de la polémica oferta de las empresas de la familia Ruiz-Mateos.

Sin embargo, esta operación, así como los famosos pagarés, son observados con recelo por muchos. Las extrañas peculiaridades de los productos de inversión que ofrecen generan desconfianza entre muchos expertos. Los emisores que en la mayoría de los casos son empresas desconocidas para muchos, las garantías de “dudosa solvencia” y las sorprendentes rentabilidades (ver cuadro 2) provoca sospechas entre la comunidad inversora. Por ejemplo, la rentabilidad de los pagarés ofertados por la familia Ruiz Mateos (la última del 10% a un año) dista de los rendimientos de la deuda cotizada en el mercado de renta fija AIAF.

Esta distorsión se hace latente si se compara con los tipos medios de negociación (mercado secundario) de las empresas cotizadas. Siendo ésta última del 1,42% a doce meses. Ni siquiera la deuda a largo plazo (10 años) se asemeja, ya que en el mercado de renta fija esta inversión tiene un rendimiento del 5,09%. El único caso similar, aunque incomparable según algunos expertos, es Abengoa que emitió deuda al 9,625% de interés.

Pero la falta de transparencia no es exclusiva de la emisión de pagarés. Las informaciones en cuanto a balances o la estructura empresarial de estas compañías conforman una tarea de investigación casi imposible. Las únicas cifras que ofrece Nueva Rumasa son globales: este consorcio está compuesto por 107 empresas con más de 10.000 empleados y una facturación de 1.500 millones de euros.

Además, según aseguran algunos medios, la familia Ruiz Mateos ha preferido que sus sociedades no estén consolidadas en un único holding y que algunas matrices estén domiciliadas en Holanda, es decir, que no tributan nada ni por los dividendos ni por las ganancias de sus filiales. Ante estas cuestiones, no resulta tan extraño que algunos analistas se atrevan a pensar que podría tratarse de una especie de esquema Ponzi. Los expertos emplazan a esperar al 23 febrero (fecha de vencimiento de la primera emisión) para “estudiar de dónde sale el dinero”.

A la espera de conocer cuál es la estrategia que seguirá la familia sevillana para hacer frente a sus compromisos con los inversores muchos miran atrás y recuerdan la accidentada carrera del polémico Ruiz Mateos. Muchos recuerdan los paralelismos con el episodio que tuvo lugar hace ya dos décadas antes de la intervención de Rumasa. En 1980, saltó la luz de alarma en el Banco de España ante una posible quiebra porque las diferentes empresas que componían en esa fecha el holding, que entonces sí disponía de entidades financieras, intentaron captar pasivo en el mercado al 18%, cuando la media comparable era del 14% y la inflación se situaba en el 20%. Así que con estos precedentes no es extraño que en círculos financieros pongan en duda las operaciones de la familia

Sus estrategias son cuando menos curiosas. Hace unos meses, quisieron hacerse con CCM tras su intervención por parte del Banco de España con el objetivo de reflotarla o incluso llevar a cabo una operación de salvamento del nacionalizado Northern Rock. Finalmente, operaciones que nunca se materializaron y que fueron entendida por algunos observadores como líneas mediáticas para darse notoriedad. Las últimas noticias apuntan a que la familia sevillana podría haberse interesado en la compra del grupo gallego especializado en conservas Alfageme. No obstante, sus saltos a la palestra informativa no cesan aquí. Nueva Rumasa podría haber iniciado los trámites pertinentes para escindir los negocios de Cacaolat de Clesa con el objetivo de que la compañía de batidos empiece a cotizar en Bolsa.

La CNMV ha vuelto a reiterar que los pagarés de Nueva Rumasa no están dentro de su supervisión. No obstante, el presidente del regulador reconoció que este escenario podría cambiar. Según explicó, el anteproyecto de Ley de Economía Sostenible contempla que la CNMV pueda intervenir en la publicidad de empresas como las de la familia Ruiz Mateos. Así que sus anuncios tendrán que realizarse a través de empresas de servicios de inversión, que a su vez necesitarán la aprobación de la CNMV.

Nueva Rumasa se anuncia desde el pasado 24 de febrero en los principales medios del país. Según estiman fuentes publicitarias se habrían gastado aproximadamente 4,5 millones de euros sólo en los dos diarios españoles más leídos. Según algunos expertos consultados por este diario, un anuncio a doble página a color en el rotativo ‘El País’ cuesta, de lunes a sábado, 72.440 euros, siendo su precio el domingo un 20% más barato. Mientras, ‘El Mundo’ cobra por el mismo espacio 51.200 euros, todos los días de la semana.

En los anuncios de los pagarés que ofertan las empresas de la familia Ruiz- Mateos figura un requerimiento indispensable: la inversión mínima será de 50.000 euros. Si se tienen en cuenta esta cifra y las cuatro emisiones realizadas, los expertos consultados estiman que podrían contar ya con un mínimo de inversores de 3.400 personas. En este sentido, algunos han podido comprobar en varias ocasiones la persecución de la compañía en busca de inversores potenciales.

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