Economía

Nueva Rumasa ‘busca a la desesperada’ colocar sus pagarés

Nueva Rumasa parece buscar a la desesperada inversores potenciales para colocar sus famosos pagarés. No es raro que, en los últimos días, miembros cercanos al ‘holding’ hayan dedicado jornadas enteras a convencer a potenciales inversores de que ‘compren’ su producto.

El Diario de Sevilla, asegura que el pasado 4 de febrero el director financiero del grupo, José María Álamo, convocó una sesión informativa, que le llevó una jornada entera, en el Club Antares de la capital andaluza, un centro en el que se desarrollan habitualmente encuentros empresariales. La salida a la palestra de este directivo se produce tras las numerosas declaraciones del consejero delegado de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos Rivero, y a su vez hijo del conocido empresario, en las que recalcaba la importancia de los polémicos pagarés.

En esa maratoniana jornada, Álamo indicó los objetivos de su oferta inversora: “No es dinero para pagar deuda. Queremos dinero para generar riqueza”. Esta aparición, dice el diario, se encuadra en un “programa a inversores interesados en realizar aportaciones”. Entre otros puntos, el directivo señaló también que la cuarta emisión de pagarés corporativos tiene como fin “adquirir el 29% de un gran grupo alimentario”.

La compañía, recuerdan algunos, se trataría de SOS, ya que, según anunciaba el propio hijo de Ruiz Mateos, la incorporación de la alimentaria “cuadraría perfectamente” con su consorcio por las “enormes posibilidades” que tiene para el futuro. Además de las palabras del empresario, la publicidad de la última emisión de pagarés se apoya en esa tesis. “Financiar la compra de un importante grupo de alimentación”, rezan los anuncios. Sin embargo, esta operación, así como los famosos pagarés, son observados con recelo por muchos. Las extrañas peculiaridades de los productos de inversión generan desconfianza entre muchos expertos.

Los emisores, que en la mayoría de los casos son empresas desconocidas para muchos, las garantías de “dudosa solvencia” y las sorprendentes rentabilidades (ver cuadro) provocan sospechas entre la comunidad inversora. Por ejemplo, la rentabilidad de los pagarés ofertados por la familia Ruiz Mateos (la última del 10% a un año) dista de los rendimientos de la deuda cotizada en el mercado de renta fija AIAF. Esta distorsión se hace latente si se compara con los tipos medios de negociación (mercado secundario) de las empresas cotizadas. Siendo esta última del 1,42% a doce meses. Ni siquiera la deuda a largo plazo (10 años) se asemeja, ya que en el mercado de renta fija esta inversión tiene un rendimiento del 5,09%. El único caso similar, aunque incomparable según los expertos, es Abengoa que emitió deuda al 9,625% de interés.

Los polémicos pagarés son observados por muchos con desconfianza. La falta de transparencia de Nueva Rumasa y el hecho de que no esté regulado por ningún organismo (la CNMV no tiene competencias al no ser cotizada) son los motivos que crean incertidumbre en la comunidad inversora. Es más, algunos analistas se atreven a pensar que podría tratarse de una especie de esquema Ponzi. Los expertos emplazan a esperar al 23 febrero (fecha de vencimiento de la primera emisión de pagarés) para “estudiar de dónde sale el dinero”.

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