Economía

Air Comet presenta el concurso de acreedores

La aerolínea de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, Air Comet, ha presentado hoy su solicitud de concurso voluntario de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid. A partir de ahora, el juez titular, Francisco de Borja Villena, tendrá que admitir a trámite la petición de concurso y nombrar a tres administradores concursales para gestionar el proceso de insolvencia de la compañía, que se declaró en quiebra el pasado 22 de diciembre. Los empresarios han optado por esta decisión tras fracasar las negociaciones para refinanciar su deuda, próxima a los 160 millones de euros.

La presentación del concurso era un paso necesario para que los afectados y el personal de la aerolínea, que llevan hasta ocho meses sin cobrar, empiecen a reclamar su dinero. Aunque no está claro que puedan recuperarlo en su totalidad. En el caso de la plantilla, el Fondo de Garantía Salarial cubre sólo el equivalente a 150 días de salario.

El pasado 29 de diciembre, el juez aceptó la petición de la aerolínea de acogerse al artículo 5.3 de la Ley Concursal, que le otorgaba un plazo legal de tres meses para negociar un plan de pagos y establecer un convenio anticipado de acreedores antes de verse obligada a presentar el concurso de acreedores, para lo que contaba con un mes adicional.

Los co propietarios de Air Comet, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, no han podido establecer finalmente este plan de pagos transcurridos los tres primeros meses de plazo y han evitado agotar el cuarto mes adicional tras el fracaso de las negociaciones.

Air Comet cuenta con una deuda total de cerca de 100 millones de euros. Entre otros impagos, la compañía debe 16 millones de euros a la Seguridad Social, más de siete millones de euros por las nóminas impagadas de sus 640 empleados y varias cantidades sin determinar a los proveedores de combustible de la aerolínea.

A estas cantidades se sumará la deuda de 6,3 millones de euros que Air Comet contrajo con el Ministerio de Fomento por el dispositivo de traslado de los cerca de 7.000 afectados por el cierre de la aerolínea.

Además, la compañía debe 25 millones de dólares (17,5 millones de euros) al banco alemán Nord Bank por el crédito que le concedió para pagar el ‘leasing’ de su 13 aviones, cuyo embargo dictado en diciembre por un juzgado londinense provocó la quiebra definitiva de la compañía, así como la suspensión de la licencia de vuelo por parte del Ministerio de Fomento.

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