Tras dos años en el que el proyecto ‘Madrid Centro Financiero’ ha permanecido en stand by, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pretende recuperarlo. Muestra de ello es que Aguirre ha inaugurado hoy el XI Congreso de la Asociación de Entidades de Capital Riesgo (Ascri).
La presidenta aprovechó la ocasión para ensalzar el papel de las entidades de capital riesgo, de quienes aseguró que “estimulan fuertemente la economía”, ya que “facilitan la capitalización, la innovación y la competitividad que, en última instancia, son la fuente de creación de riqueza, empleo y prosperidad”. La ‘lideresa’ señaló que en la Comunidad de Madrid el 97,5% de las empresas son pymes, que generan casi el 70% del empleo regional. “Muchas de estas empresas, para hacer realidad sus proyectos, lo que necesitan sin duda es una financiación suficiente para acometer sus inversiones. Por eso, el capital riesgo se ha convertido en una auténtica alternativa a la financiación de la pequeña y mediana empresa”, señaló.
En este sentido, defendió que esta decisión tiene un valor añadido, y es que “estas entidades de capital riesgo, a diferencia de las entidades financieras generalistas, son verdaderas especialistas en la gestión del riesgo empresarial, y constantemente innovan en busca de mejoras financieras para sus clientes”.
Además, Aguirre indicó que en una situación de crisis como la actual es fundamental el papel de los emprendedores, que ven un proyecto de futuro cuando el resto sólo ve riesgos, y en ese sentido “se hace fundamental el papel de las entidades de capital riesgo, las aliadas naturales de los emprendedores a la hora de hacer realidad sus proyectos”. Finalmente, la presidenta señaló que la Comunidad de Madrid quiere ser “una de las diez primeras regiones de la Unión Europea”. “Hemos escalado del puesto 26 al 24, sin embargo, queremos llegar al puesto diez”, concluyó.
La patronal del capital riesgo, Ascri, ha señalado que la inversión en en este sector en España durante 2009 fue de 1.669 millones de euros. Esta cifra supone un 46% menos que el volumen alcanzado en el 2008 (3.069,5 millones de euros). El número de operaciones registró un descenso mucho menor, de apenas el 8% En total se cerraron en España 898, frente a 912 de 2008. El 78% de las operaciones fueron de pequeño tamaño.
