Iberia perdió 52 millones de euros en el primer trimestre de 2010, un 43,8% menos que en el mismo periodo del año anterior, periodo en el que registró sus primeras pérdidas en 13 años como consecuencia de la grave crisis económica. En un complicado contexto, los ingresos de la compañía alcanzaron los 1.049,3 millones de euros, lo que representa una caída del 4,4% con respecto a los tres primeros meses de 2009.
Entre enero y marzo, los gastos de explotación cayeron un 9,7%, hasta 1.124,7 millones de euros. La mitad de esta reducción corresponde al coste del combustible, mientras que el resto se logró gracias a los ajustes de capacidad y a las medidas de contención de gastos aplicados. La aerolínea explica en un comunicado que este recorte representa más del doble de lo que se han reducido los ingresos, que se han situado un 4,4% por debajo del primer trimestre de 2009.
Otros gastos de las operaciones, como el alquiler de flota, las tasas de navegación y el sistema de reservas, entre otros, descendieron el 8,9%, al alcanzar los 481,4 millones de euros. Los gastos de personal, que representaron el 26,2% del total, disminuyeron un 3,8% con relación al primer trimestre de 2009.
Iberia asegura que el tráfico de negocios se está restableciendo gradualmente en los sectores de largo radio y medio radio internacional. El número total de pasajeros por kilómetro transportados (PKT) disminuyó un 1,2% respecto al primer trimestre del año anterior, manteniéndose el coeficiente de ocupación en el 80,8%, mientras que los asientos por kilómetro ofertados (AKO) bajaron un 6,6%. Así, los ingresos medidos por PKT cayeron un 1,9%, mientras que la facturación por AKO aumentó un 3,7%.
La compañía también redujo en este periodo un 13,7% su endeudamiento e incrementó el saldo de disponible un 5,8 % hasta los 2.030,5 millones.
La aerolínea que preside Antonio Vázquez ha cifrado en 17 millones de euros las pérdidas provocadas por la nube de cenizas volcánica en sus resultados operativos por la cancelación de vuelos, pérdida de reservas y diversas actuaciones para hacer frente al caos aéreo, que obligó a Iberia a cancelar más de 600 vuelos entre el 15 y el 21 de abril, cerca de 1.000 si se incluye a su filial Air Nostrum.
