El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José Antonio Olavarrieta, ha señalado hoy que la patronal de cajas ha solicitado a Hacienda a un régimen fiscal que no penalice los SIP o fusiones frías que están formando algunas entidades. En concreto, la CECA propone exenciones en el impuesto de transmisiones y actos jurídicos documentados así como tributar el IVA en el régimen especial de grupo de entidades.
En relación al impuesto de transmisiones y actos jurídicos, la patronal se centra en exenciones subjetivas similares a las que actualmente disfrutan las sociedades de garantía recíproca y las sociedades de reafianzamiento.
Olavarrieta ha señalado además que, a su juicio, el “grueso” del proceso de reestructuración de las cajas de ahorros ya se ha llevado, por lo que no se esperan más procesos de integraciones, más allá de algunos casos aislados que también puedan darse entre los bancos. Además, la reestructuración no es “el bálsamo de Fierabrás” con el que se superará la crisis, según ha querido recordar.
Ayer mismo finalizó el plazo estipulado por Bruselas y el Banco de España para que las entidades financieras solicitasen ayudas económicas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
El director general de la CECA ha señalado además que el proceso de concentración “no se ha debido a una crisis de solvencia, sino a un cambio de ciclo económico”, que requerirá de cajas más grandes. De hecho, según Olavarrieta, las entidades se encuentran “en un momento dulce” de capitalización, con un ratio Tier 1 que alcanzaba al cierre de 2009 el 9,3%, frente al 8% de un año antes. De media, el ratio BIS se sitúa en el 12,2%. Los activos dudosos a los que se enfrentan las cajas de ahorros ascienden a 50.900 millones de euros, con unas provisiones realizadas por valor de 28.200 millones de euros.
