Las cajas de ahorros agudizan su imaginación para deshacerse de su lastre inmobiliario, especialmente de aquellas segundas residencias adjudicadas como garantía de un préstamo fallido. La CAM, una de las entidades más agobiadas por el ladrillo, es por el momento la más original al respecto, al haber llegado a un acuerdo con el turoperador TUI para vender su ‘stock’ de viviendas a los turistas británicos.
Mediterranean, filial inmobiliaria de Caja Mediterráneo (CAM), ha creado una alianza estratégica con TUI Travel, de la que es accionista la caja alicantina, para ofrecer a sus clientes británicos que viajen a España la posibilidad de adquirir una vivienda. En un comunicado, Mediterranean señala que el acuerdo de colaboración fue rubricado la pasada semana en Palma. Destaca asimismo “importantes descuentos, inmejorables condiciones de financiación y la seguridad de una entidad financiera sólida como es CAM”.
Los turistas británicos tendrán la posibilidad de comprar directamente o a través de la alternativa del alquiler con opción a compra, que permite al cliente alquilar una vivienda con mensualidades reducidas. En caso de que decida comprarla antes de dos años, podría beneficiarse del descuento de todas las cuotas abonadas. La zona de la costa mediterránea, principal área de actuación de la CAM, ha sido una de las más golpeadas por la crisis inmobiliaria, impactando de lleno en la caja alicantina, que se ha visto obligada a entrar en una ‘fusión fría’ junto a Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, aunque el proceso está paralizado por las diferencias en el reparto de poder entre Cajastur y CAM.
Otra caja que intenta acelerar la venta de inmuebles es Caja Madrid, que la semana pasada anunció la subasta de 213 inmuebles a través de Reser, su filial de subastas y servicios inmobiliarios. Estas viviendas están situadas en Madrid y regiones de la costa. incluidas Andalucía, Comunidad Valenciana e Islas Baleares. Las condiciones de financiación de estos inmuebles son hasta el 100 % del importe de la compraventa, sin incluir gastos, siempre y cuando no supere el 80 % del valor de tasación, con un plazo máximo de amortización de 40 años y un tipo de interés de Euríbor más 0,90 %, sin comisión de apertura.
Las cajas intentan acelerar la venta de estos activos inmobiliarios teniendo en cuenta que el Banco de España exigirá a partir de octubre que los bancos y cajas provisionen hasta el 30% del valor de los inmuebles con los que se quedan como pago de deudas de sus clientes, si han transcurrido más de 24 meses desde que los adquirieron. Una mayor provisión que, junto a otras nuevas exigencias, harán que el resultado de las entidades antes de impuestos se reduzca cerca de un 10%, según las propias estimaciones del BdE.
