Tras el aprobado obtenido en las pruebas de solvencia publicadas el pasado viernes, la banca española se prepara para captar financiación en los mercados mayoristas, que habían permanecido cerrados en los últimos meses debido a la desconfianza reinante en el sector. Hasta el momento, las entidades se habían visto obligadas a apelar a las subastas de liquidez que realiza periódicamente el BCE.
La última entidad en salir al mercado podría ser Bankinter. Según señala la agencia Dow Jones, la entidad presidida por Pedro Guerrero planea añadir 400 millones de euros más a una emisión ya existente de cédulas hipotecarias al 2,653%, por valor de 1.000 millones de euros y con vencimiento en abril de 2012. El precio de esta nueva colocación sería de 240 puntos básicos sobre el ‘midswap’ (el índice de referencia para este tipo de emisiones), según la agencia estadounidense.
Las titulizaciones de los créditos es una de las opciones más utilizadas para captar financiación en los mercados. La Caixa, la mayor caja de ahorros española y que superó con suficiencia los ‘test de estrés’, ya ha realizado una titulización de 6.800 millones de euros, la mayor en lo que va de año. Mientras, BBVA y Bancaja han creado nuevos fondos de titulizaciones por valor de 1.700 y 884 millones de euros respectivamente. Ya antes de que se publicasen estos test de resistencia financiera, los dos grandes bancos españoles habían logrado salir a los mercados mayoristas de financiación. El pasado martes BBVA abrió el acceso de la banca española a los mercados de capitales al colocar en tiempo récord cédulas hipotecarias por valor de 2.000 millones de euros y con vencimiento a tres años.
La cifra dobló los 1.000 millones que había previsto colocar el banco presidido por Francisco González en la que fue la primera operación de este tipo tras tres meses de sequía. La emisión logró colocarse en sólo dos horas a un tipo ‘midswap’ más 195 puntos básicos, tras registrar una demanda por importe de 3.200 millones de euros. También la semana pasada, Santander UK, filial del banco español en Reino Unido, emitió 3.500 millones de libras en títulos respaldados por hipotecas residenciales (RMBS).
La operación consistió en un tramo de 1.250 millones de libras a una media ponderada de 2,98 años colocada a un precio de Líbor a tres meses más 152 puntos básicos, otro tramo de 1.250 millones a cuatro años y medio a 165 puntos sobre el Líbor a tres meses, y un último a 5,72 años de vida media de 168 puntos sobre el índice.
