Sólo van tres días desde que comenzaron las comparecencias en la Audiencia Nacional, pero ya se vislumbran las estrategias que adoptarán los imputados: Junto a los que alegan que no conocían nada de lo que estaba ocurriendo, los más fieles a Rato intentan exculpar al ex ministro de Economía, y por ende, a sí mismos, de cualquier responsabilidad sobre la situación del banco. Sólo Ángel Villanueva de Bancaja, se desmarca del discurso.
En ese último grupo se encuentra el ex secretario general del Partido Popular de Madrid Ricardo Romero de Tejada, que en su declaración de ayer ante el juez Andreu señaló que “tan correcto contablemente son unos beneficios de 300 millones que unas pérdidas de 3.000”. El ex consejero de BFA-Bankia apuntó que, en su opinión, las últimas cuentas de Rato, que ofrecían unos beneficios de 305 millones de euros, eran “más ajustadas a la realidad” que las del presidente entrante, José Ignacio Goirigolzarri, que ofrecían unas pérdidas de 2.979 millones.
También apuntó directamente al Banco de España al señalar que la institución entonces gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez estaba al tanto de todo lo que ocurría en el grupo.
Un perfil más bajo tuvo la declaración de la declaración de Mercedes Rojo-Izquierdo, ex consejera de BFA y también antigua asesora de Esperanza Aguirre. Rojo-Izquierdo reconoció no tener nociones de auditoría ni contabilidad, a pesar de que precisamente ocupaba un puesto en la comisión de auditoría del grupo hoy nacionalizado.
En la misma línea se expresó el presidente de Caja Insular de Canarias, Juan Manuel Suárez del Toro, que llegó a señalar que él votaba “lo que le decían” y se escudó en la falta de información de la que disponía sobre las cuentas de la entidad, al no tener asignadas tareas auditoras.
Hoy ha sido el turno para Estanislao Rodríguez-Ponga, ex secretario de Estado de Hacienda, que ha destacado en su declaración que el cambio de criterio adoptado por la auditora Deloitte para contabilizar las cuentas de Bankia fue lo que provocó el agujero en la entidad que obligó a su intervención y a la posterior petición de ayudas públicas.
Ponga, que fue secretario de Estado de Hacienda durante el mandato de Aznar y con Cristóbal Montoro de ministro del ramo, ha compartido el foco hoy con José María de la Riva, ex concejal del Ayuntamiento de Madrid por el PSOE, además de vicepresidente de Caja Madrid antes de incorporarse al consejo de BFA.
Ambos han coincidido en señalar que en las reuniones del consejo no recibieron información de los informes de auditoría ni del Banco de España que pusieran reparos a la contabilidad. De la Riva ha llegado a señalar incluso, según recogen algunos medios, que tuvo noticias de los problemas por la prensa.
El ex concejal ha indicado además que, en la reunión donde anunció su dimisión, Rodrigo Rato relacionó su renuncia como presidente de Bankia a discrepancias de criterio con el Ministerio de Economía que dirige Luis De Guindos. No obstante, según recoge Público, Rodríguez-Ponga se ha limitado a señalar que el ex vicepresidente del Gobierno habló de motivos personales para abandonar la presidencia del banco.
Por ahora, el único que se ha desmarcado del discurso ha sido Ángel Villanueva Pareja, secretario del consejo de administración de Bancaja, que señaló que todo el proceso de creación de Bankia fue obra de Rodrigo Rato y del Banco de España que entonces dirigía Miguel Ángel Fernández Ordóñez
Hasta el próximo 20 de diciembre, fecha en la que comparecerá el ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, hasta 33 imputados desfilarán por el banquillo para dar su testimonio al juez Fernando Andreu.
