El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, ha denunciado la campaña negativa de imagen que a su juicio han sufrido las cajas frente a sus principales competidores, los bancos, y que han llegado también desde las altas esferas políticas. Según considera Quintás, las declaraciones de Zapatero admitiendo que algunas cajas de ahorros atraviesan dificultades contribuyen a dañar la imagen y la confianza en estas entidades.
Tampoco ayuda que la ministra Salgado haya centrado su debate sobre el Fondo de Reestructuración y Ordenamiento Bancario (FROB) en las propias cajas. A tal respecto, “con amigos así, no se necesitan enemigos”. Quintás ha señalado como contraposición que siempre ha percibido “una actitud y un comportamiento correcto de la AEB”, la patronal bancaria y principal competidoras.
El presidente de la CACA ha advertido también que el próximo año el sector financiero español entrará en terreno de pérdidas, por lo que ha urgido a tomar las medidas pertinentes para evitar “el diluvio”.
Quintás, que ha hecho estas reflexiones en el marco de las jornadas del sector financiero que se organizan en Santander con el patrocinio de la APIE y del BBVA, ha señalado que la caída de los ingresos recurrentes, unida al aumento de las pérdidas derivadas del riesgo de crédito (morosidad) llevarán a esta situación de números rojos al sistema ya el próximo año, aunque los ingresos no recurrentes de algunas entidades podrán maquillar estas cuentas finales.
Por ello, el presidente de la patronal de las cajas de ahorros ha urgido a tomar medidas que reconduzcan la situación, porque “si se hacen mal las cosas, reparémonos porque viene el diluvio”. Una de estas medidas es la aprobación del Fondo de rescate para la banca (FROB) que ultima el Gobierno, y que cuenta con el beneplácito de la CECA, que es favorable sin embargo a que el Estado no entre en el capital de las cajas sólo a través de cuotas participativas con derechos políticos, sino que se abra a más instrumentos, como pueden ser las participaciones preferentes.
No obstante, a juicio de Quintás, parece razonable recibir “ayudas temporales”, teniendo en cuenta que el sector por sí mismo podría llegar a recuperarse en dos o tres años, aunque pasando por un período en el que el ratio de solvencia caería en varios casos por debajo del 8% exigido por el regulador.
Quintás también ha pedido un cambio en la normativa contables, en concreto en las provisiones genéricas a la que obliga el Banco de España. Según ha señalado, la regulación anticíclica ha ayudado a soportar mejor la crisis, pero “mantenerlas ahora es perjudicial”, porque en el escenario actual se convierten en procíclicas. Por ello, ha pedido al regulador que modifique la circular contable haciéndola “razonable”. Estas dos medidas si se unen a una reactivación de la economía gracias a la acción del Gobierno, hará que las entidades que tengan que ser intervenidas sean muy pocas.
