Las cajas, acuciadas por la necesidad, apuran el fin de año para vender los activos inmobiliarios que se han visto obligadas a adjudicarse. La nueva normativa contable sobre provisiones del Banco de España que acaba de entrar en vigor, por un lado; y por el otro, la modificación de los incentivos fiscales por compra de vivienda que se aplicará en enero, añaden presión a un sector que sigue absorbiendo pisos.
A partir del 1 de enero, aquellas rentas con bases imponibles superiores a 24.107,20 euros anuales no podrán beneficiarse de la deducción fiscal por compra de vivienda o por aportaciones a la cuenta ahorro vivienda, lo que según los expertos podría frenar en seco el mercado inmobiliario. A esto se une que el Banco de España ha empezado a exigir desde este mes de octubre que los bancos y cajas provisionen hasta el 30% del valor de los inmuebles con los que se quedan como pago de deudas de sus clientes, si han transcurrido más de 24 meses desde que los adquirieron.
Descuentos. El regulador ha reducido además a un año el calendario para provisionar un crédito moroso, frente al período de entre 2 y seis años (en función del riesgo) que había hasta ahora. En este escenario, los dos últimos meses del año se presentan claves para que las cajas vendan los pisos que cargan sus balances. Una de las más activas hasta el momento es la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). La entidad alicantina, que ya participó, pese al vínculo de algunos de sus directivos con el ‘Opus Dei’, en Expogay, la primera Feria Internacional de Negocios y Turismo Gay de España, ha lanzado una agresiva campaña de venta de inmuebles que presenta descuentos de hasta un 60% y con la posibilidad de de financiar hasta el 100% del valor de compra de la vivienda a través de la Hipoteca Mediterranean de CAM en condiciones especiales.
Según el balance de las cajas de ahorros publicado el pasado viernes por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), las entidades se siguen viendo obligadas a absorber más activos inmobiliarios a pesar de la mejoría de la economía. En la primera mitad del año las cajas absorbieron 5.120 millones de euros en activos inmobiliarios, un incremento de un 24% hasta alcanzar los 26.246 millones en su balance, cifra que se calcula sumando las “inversiones inmobiliarias” y los “activos no corrientes en venta”. Otra entidad de la Comunidad valenciana Bancaja es la que mayor carga soporta, con 3.863 millones de euros en casas tras sumar otros 493 millones de euros durante la primera mitad del año.
Caja Madrid, su principal socio en el Sistema Institucional de Protección (SIP) del que surgirá la mayor caja de España, acumula activos por valor de 2.438 millones, sólo cien millones más que al cierre del año pasado tras la agresiva campaña de subastas puesta en marcha por la entidad presidida por Rodrigo Rato.
La Caixa presentaba a junio en su balance 3.400 millones de euros en activos inmobiliarios. La CAM, por su parte, presenta actualmente un stock de viviendas valorado en 1.896 millones de euros (1.628 en activos en venta y 268 en inversiones), lo que supone un 25% más que a diciembre de 2009. En el ranking aparece también la gallega Caixanova, con 842 millones en inmuebles, 283 más que en diciembre
