Carlos Ocaña, Secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos ha hecho público que las arcas españolas contienen ya 260 millones de euros de 659 titulares con cuentas en la filial suiza del HSBC.
La Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) se vió obligada a realizar un proceso de inspección a los titulares de esas cuentas opacas ante la nula respuesta al requerimiento que ya hizo del pasado mes de febrero. Según Ocaña, la cantidad que ya se ha recaudado irá ‘in crescendo’ en los próximos meses ya que quedan cuentas por aclarar y los pagos realizados hasta el momento pertenecen al IRPF, pero no se han regularizado aún los referentes a otros impuestos.
3.000 cuentas no declaradas en un banco suizo, alrededor de 1.500 clientes españoles y una cantidad millonaria de capital no declarado son los factores que manejaba la AEAT cuando otorgó a los titulares de las cuentas suizas un periodo de cuatro meses para solventar voluntariamente sus obligaciones tributarias antes del 30 de junio de 2010. Cumplido el plazo, un escaso número de los contribuyentes aludidos respondió a la citación de la administración, por lo que el procedimiento que se siguió fue el de abrir una inspección a quienes no respondieron al primer requerimiento o no dieron una respuesta satisfactoria.
A pesar de que la Agencia Tributaria alude a la tolerancia cero que se ha aplicado a estos casos, el Secretario General de los técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo apunta que la AEAT ha sido benevolente con los titulares de cuentas de gran patrimonio, a diferencia de la actitud feroz e inflexible que muestra con el resto de los contribuyentes. A su juicio, Mollinedo afirma que la administración debería haber abierto una investigación de forma inmediata en lugar de dejar correr cuatro meses en los que los titulares de las cuentas habrían de regularizar sus cuentas. En ese tiempo ya ha prescrito el periodo en el que se puede investigar el lapso de cinco años anteriores a 2005.
