Economía

La CAM finge normalidad mientras se asoma al abismo

La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) se encuentra al borde de la nacionalización tras haber solicitado al FROB 2.800 millones de euros, pero la entidad alicantina intenta aparentar, al menos de puertas para fuera, cierta dosis de normalidad. Sólo así se entiende su intención de apelar a los mercados mayoristas de financiación, todavía cerrados para gran parte del sector financiero español, mediante una emisión de cédulas hipotecarias.

Según publica hoy el diario Valenciaplaza, la CAM solicitó el pasado viernes a mediodía el código ISIN de una emisión de la nada desdeñable cifra de 1.000 millones de euros en cédulas hipotecarias a un plazo de tres años. Lo hizo a la Agencia Nacional de Codificación de Valores (ANCV), integrada dentro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y cuyo cometido es la identificación de todas las emisiones de valores e instrumentos financieros españoles, que cursó dicha emisión. Al cierre de esta edición, El BOLETÍN no había podido ponerse en contacto con la CAM para confirmar los planes de esta emisión.

Hace apenas unos días, Fitch rebajó el rating de la CAM hasta ‘bono basura’ al situarlo a largo plazo en ‘BB+’ desde ‘BBB+’ con una perspectiva estable. Además, revisó su nota a corto plazo hasta ‘B’ desde ‘F2’ y su rating individual hasta ‘E’ desde ‘C’. Otra agencia Moody’s, también bajó hace poco su calificación, en este caso dos escalones hasta ‘Baa2’ desde ‘A3’.

Tras la ruptura con Banco Base, la CAM se convirtió en la entidad financiera con mayores necesidades de capital, y con muy pocas opciones de poder captarlo de inversores privados. Por ello, la primera decisión fue apelar al FROB, aunque se negocia a contrarreloj para buscar un socio en una alianza. Mientras se desarrollan estas difíciles negociaciones, la CAM toma decisiones más propias de épocas de bonanza. Junto a la posible emisión de cédulas, destaca el reparto de un dividendo de 0,16 euros por cada cuota participativa, lo que supondrá un desembolso total de ocho millones de euros, que duplican la remuneración obtenida por los tenedores de este papel el año pasado.

Buena fe
La CAM ha anunciado hoy además que adquirirá la totalidad del capital social de Banco Base tras la ruptura del SIP, en virtud del contrato suscrito este miércoles con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria para la “liquidación ordenada y de buena fe” de su asociación. Según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el contrato de integración y el acuerdo de desarrollo adoptados por estas entidades para la constitución del SIP han quedado “terminados y sin efectos”, con lo que las partes se ven «liberadas» de sus obligaciones.

En consecuencia, no desplegarán sus efectos los compromisos de solvencia, liquidez, puesta en común de resultados y responsabilidad solidaria entre los miembros del SIP previstos en dicho contrato. Las cuatro cajas han alcanzado ese acuerdo este miércoles tras la decisión adoptada el 30 de marzo por las asambleas generales de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria de votar en contra de la integración con la CAM.

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