Los múltiplos de Bankia de cara a su salida a Bolsa se sitúan en línea con los que aplica el mercado a los bancos griegos o irlandeses, duramente golpeados por la crisis de deuda soberana. La valoración de la entidad que preside Rodrigo Rato, de 0,3 a 0,35 veces los fondos propios previos a su ampliación de capital, se encuentra por debajo de las 0,45 veces con las que cotiza el Alpha Bank y en línea con Piraeus bank.
La valoración de Bankia contrasta además con la de CaixaBank, que debutó hoy en la Bolsa, con un precio de salida de 0,8 veces su valor en libros. O la de la banca mediana, que cotiza en 0,78 veces su valor contable.
Las preocupaciones de los inversores sobre Bankia se reflejan incluso en el folleto de la salida a Bolsa, que incluye hasta 22 páginas con los factores de riesgo de la operación. Entre ellos, el banco cita al “complejo” proceso de fusión de las siete cajas, la posibilidad de que el Estado se convierta en un accionista relevante a través de las ayudas al FROB o su elevada exposición al crédito promotor, que supone un 17% del total de su cartera crediticia, tiene una tasa de moral del 16,5% y un ratio de cobertura inferior al 50%. Es decir, que Bankia es la entidad financiera española con más riesgo inmobiliario.
La salida a Bolsa de Bankia se han convertido en una prueba de fuego para el sector financiero. De su éxito depende que los inversores recobren parte de la confianza sobre la marcha de la reestructuración de la banca. Incluso algunos directivos del sector han llegado a calificar el asunto como «cuestión de Estado».
