Economía

Las aseguradoras low cost, no siempre tan baratas

Dentro del ramo de las aseguradoras, “algunas veces en el mismo grupo empresarial hay compañías tradicionales y de bajo coste, y al final el precio de la convencional es más económico” según declaraciones de Antonino Joya, responsable de Comunicación de la OCU. Se puede llegar a varias conclusiones al contrastar las condiciones de compañías de bajo coste y aseguradoras tradicionales.

En los últimos diez años han proliferado las compañías aseguradoras de bajo coste. La principal diferencia entre éstas y las compañías tradicionales, de entrada, es su forma de operar, sus precios más reducidos, debido al abaratamiento de costes que se produce al eliminar infraestructuras en el proceso de contratación, y el abanico de opciones que ofrecen. Entre estas compañías, también llamadas “low cost” destacan Balumba, de origen británico, la española Interauto, Línea Directa y Vertis.

Estas empresas operan principalmente a través de Internet y por vía telefónica, y sus servicios aportan mayores posibilidades a los conductores noveles y motoristas, normalmente “castigados” por los “elevados” precios de las aseguradoras tradicionales. Pero las tarifas reducidas a veces repercuten en la calidad del servicio. Por ejemplo, Interauto no asegura coches con potencia igual o superior a los 150 CV ni a personas que tengan antecedentes por haber conducido bajo los efectos del alcohol, y cuando el accidente se produce entre las 12 y las 6 de la mañana, solo cubre daños a terceros.

Si se compara lo que paga un conductor con 10 años de antigüedad en el carnet, se observa o bien que la diferencia de precios entre compañías de bajo coste y aseguradoras tradicionales no es tan grande, o que incluso sale más económico hacer el seguro en estas últimas. Por ejemplo, un conductor con casi diez años de carnet paga en Vertis 463,50 euros en un seguro a terceros ampliado, mientras que el mismo conductor pagaría en la Mutua Madrileña 150 euros menos, o le costaría 219 euros en Fénix Directo. Sin embargo, en el caso de un conductor novel, le compensan más las ofertas low cost. Al comparar, en Balumba la cobertura a terceros ampliada ascendería a 625 euros y en Seguros Pelayo, el pago ascendería a casi 775.

Las asociaciones de consumidores reciben bastantes quejas, de hecho los seguros ocupan la quinta posición en el ranking de reclamaciones de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios). Aunque en el caso de ASGECO (Asociación General de Consumidores) afirman no recibir muchas quejas de este sector. Desde estas organizaciones sostienen que lo más importante a la hora de contratar un seguro es comparar precios, poniendo especial atención a las coberturas que ofrecen las diferentes aseguradoras.

Según aconseja Antonino Joya (responsable de Comunicación de la OCU) es importante “fijarse en la letra pequeña y elegir lo que más se adapte a tus necesidades”. Según Joya, “algunas veces dentro del mismo grupo empresarial hay compañías tradicionales y low cost, y al final el precio de la convencional es más económico”.

Por su parte, Jean-Bernard Audureau (ASGECO) señala que “es opción del consumidor elegir lo que más le convenga. Pero llegado el momento, nosotros como asociación intentamos mediar, revisar los contratos y ver si hay prácticas abusivas o si los plazos de resolución son excesivos”.

Ambos coinciden en que los motivos que empujan, principalmente, a los usuarios a cambiar de seguro son el precio y las coberturas que ofrecen. En otros casos, es muy importante la atención recibida, pues muchos no están satisfechos y aunque el precio de su póliza actual sea menor prefieren cambiarse de compañía.

Tanto Audureau como Joya apuntan que, en general, no se observan diferencias entre la satisfacción de usuarios de compañías low cost y aseguradoras tradicionales. Este último concluye con dos ideas que los usuarios deben tener en cuenta: “no dejarse llevar por la publicidad y atender al precio y a la letra pequeña, y analizar el mercado y comparar servicios de las diferentes compañías”.

Para concluir, apuntar que las diferencias entre las aseguradoras tradicionales y low cost no son tan grandes y, principalmente, dependen del perfil del consumidor. Y por otro lado, lo más práctico es fijarse bien en los servicios y asegurarse de que cubren las expectativas del consumidor.

Más información