El presidente de Leighton, David Mortimer, presentó hoy su dimisión de forma inesperada alegando motivos personales. El accionista principal de la compañía australiana es la alemana Hochtief, que a su vez está controlada por ACS.
El hasta ahora primer ejecutivo de la empresa ha vivido un año tumultuoso en el que ha sido criticado por su postura en la toma de control de Hochtief por parte de ACS, por su gestión tras la marcha del antiguo CEO, Wal King. Además ha tenido que hacer frente a los peores resultados trimestrales de la empresa.
La compañía australiana ha dicho que anunciará en el momento oportuno quién reemplazará a Mortimer, que llevaba en el cargo desde 2007. Algunos analistas australianos esperan que sea King.
Leighton presentó unas pérdidas netas de 428 millones de dólares (297 millones de euros) en el último ejercicio, después de que en el periodo anterior consiguiese unos beneficios de 640 millones de dólares (444 millones de euros.
Las acciones de la empresa se habían depreciado un 3,6%, hasta los 21,20 dólares australianos.
