Economía

El enésimo intento de Sacyr por controlar Repsol

La alianza con Pemex no ha sido el primer intento de Luis del Rivero para tener más voz y voto en Repsol. Ha buscado apoyos entre los actuales accionistas, se ha quejado de la gestión de la petrolera en la prensa, ha intentado aliarse con la india Essar, con la china Sinopec e incluso con la rusa Lukoil, pero por el momento no ha conseguido su objetivo. Todo, porque depende del dividendo de la compañía que preside Antonio Brufau para pagar sus deudas.

Aún no está claro si Del Rivero podrá cumplir sus aspiraciones, es decir, búsqueda de sinergias entre las filiales, regularidad en el pago de dividendos y desinversiones puntuales, entre otros.

Sacyr recibe cerca de 200 millones de euros por los dividendos de Repsol, lo que le permite cubrir el coste financiero del crédito concedido para adquirir la participación en la petrolera. En 2009, el máximo responsable de Repsol abrió la caja de los truenos al reducir un 19% este pago y la queja de Del Rivero fue manifiesta. Las informaciones sobre un posible relevo de Brufau se sucedieron y el ejecutivo decidió convocar, con urgencia y por sorpresa, al consejo de la compañía para que éste le ratificase en su cargo.

Pero por ahora todos los analistas coinciden. La alianza de Sacyr y Pemex en Repsol es positiva para las compañías. Eso sí, en el corto plazo, porque en el largo tienen sus dudas. Los expertos temen que el presidente de la constructora, en su afán por conseguir más dinero con el dividendo de la petrolera socave la salud financiera del grupo energético, fruto de la gestión de Antonio Brufau.

Natalia Aguirre, de Renta 4, no descarta un cambio en el reparto de poderes en el consejo de Repsol y como consecuencia una política de retribución al accionista más atractiva y favorable para Sacyr. Sin embargo, esta experta advierte de que un incremento excesivo del dividendo podría dilapidar la solidez financiera de la compañía.

La idea de elevar el dividendo también la comparte Banesto Bolsa, que afirma en una nota a sus clientes que el acuerdo facilitará la refinanciación del crédito de casi 5.000 millones de euros que contrajo en 2006 Sacyr para adquirir el 20% de Repsol con un grupo de bancos liderado por Santander, Caja Madrid, Calyon y Citi.

En aquel entonces la constructora pagó 26,7 euros por cada acción de la petrolera. Ayer sus títulos cerraron con un valor de 18,89 euros.

El préstamo se paga con los dividendos de la participada y si Sacyr no tiene algo más que voz y voto en la política de remuneración, la banca puede ponerle problemas por su capacidad para atender a sus compromisos financieros.

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