El grupo SAS, accionista del 10,9% de la recién desaparecida Spanair, registró en 2011 unas pérdidas de 1.687 millones de coronas suecas (unos 190 millones de euros), lo que supone un recorte del 23,9% con respecto a los números rojos registrados en el ejercicio anterior, que ascendieron a 2.218 millones de coronas suecas (252 millones de euros).
Las pérdidas han superado con creces las previsiones de los analistas consultados por Bloomberg, que esperaban unos números rojos de 1.290 millones de coronas.
La compañía ha explicado que la carga por impago por sus negocios en Spanair ascienden a 1.700 millones de coronas suecas (192 millones de euros), por lo que de no haberse producido la quiebra de la catalana, el grupo escandinavo habría entrado en beneficios.
