Los consejos de administración de Unicaja y Caja España-Duero han convocado para esta tarde sus respectivos consejos de administración, en lo que se espera sea una maniobra clave para desbloquear el proceso de fusión entre ambas, paralizado desde hace seis meses.
Las reuniones de los consejos se producen tras la que mantuvieron esta misma semana el presidente de Unicaja, Braulio Medel, y el de Caja España-Duero, Evaristo del Canto. No obstante, según publica ABC, no está previsto que hoy se apruebe el contrato de la fusión, ya que ni siquiera está redactado.
Las diferencias entre ambas entidades se desataron a raíz de los saneamientos exigidos por el Gobierno en la nueva reforma financiera. Unicaja se encontraba en una posición mucho más favorable que Caja España-Duero, lo que llevó a la entidad andaluza a exigir al Banco de España algún tipo de protección para llevar a buen puerto la operación.
Unicaja reconoció un impacto de 691 millones de euros, de los que 264 millones corresponden a capital adicional, y que será absorbido por el sobrante actual. Respecto a las provisiones (427 millones) si se descuenta las genéricas actuales y el impacto fiscal, los requerimientos se limitan a 109 millones.
Por su parte, Caja España-Duero señaló unas provisiones adicionales de 638 millones de euros, que deben sumarse a unos requerimientos adicionales de capital por importe de 502 millones de euros. La caja castellana señaló que cumpliría estos saneamientos “dentro del proyecto de integración” con Unicaja.
La solución podría encontrarse en los bonos contingentes convertibles (CoCos) que emitirá Caja España-Duero por un importe de 500 millones y que serán comprados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Estas ayudas a la entidad castellana se sumarán a los 525 millones que ya recibió a través de participaciones preferentes en la primera ronda de la reestructuración.
En principio, está previsto que el nuevo banco Caja España-Unicaja tenga quince consejeros, de los que diez pertenecen a Unicaja y cinco a Caja España-Duero. La fusión de ambas acabará constituyendo el tercer mayor banco español proveniente de una caja de ahorros, por detrás de La Caixa y Bankia. Caja España-Duero participará en un 30% de la nueva entidad y Unicaja en un 70%.
