El silencio de José María Suescun, el presidente de Corporación Dermoestética y dueño del 59% de las acciones de la compañía, la está hundiendo en bolsa. En febrero, los responsables de la empresa anunciaron que se celebraría en marzo un consejo que trataría la ampliación de capital que necesita la empresa. Y justo ahora, el valor bursátil de la entidad ha sufrido un severo batacazo en marzo. Ha perdido un 32% de su valor.
Las acciones de la empresa valían a finales de febrero 0,505 euros. Los chartistas señalan que el momento de compra era en 0,45 que está por encima del valor actual de la acción que es 0,35 euros. Afirman que el valor está en ‘caída libre’ y que es difícil que los inversores entren en esta situación bursátil.
Ayer sin embargo, Corporación Dermoestética no varió en su precio. Los brokers que más vendieron este valor durante la sesión fueron Gaesco Valores y Mercavalor Sociedad de Valores. Quienes compensaron para dejar sin variación a esta cotizada fueron los gestores de bolsa de Bankia, BBVA y los de Link Securities.
El presidente José María Suescun, marino mercante de formación, también tiene otros conflictos que lidiar con otras empresas de su propiedad. Los trabajadores y sindicatos del astillero Factoría Naval de Marín -de la cual Suescun controla el 91% de las acciones- piden que el empresario madrileño ‘abandone el barco’ para que puedan reflotar la empresa.
