Los sindicatos bancarios están reclamando su cuota de protagonismo en las incipientes fusiones entre las cajas que están en proceso. Uno de los focos calientes de la reestructuración del sector es Castilla y León, donde todo apunta hacia una fusión entre Caja Duero, Caja España y Caja Burgos. Así, UGT de Caja Duero ha emitido un comunicado donde exige el relevo de la cúpula de la entidad por su “mala gestión”. En una circular, el sindicato reitera las críticas a la directiva tras las informaciones sobre una posible fusión entre las principales entidades de la región. Sin embargo, los sindicatos no se niegan en su postura oficial a los procesos de integración, y afirman que deben producirse sin menoscabo de los puestos de trabajo, mientras sean viables y aprobadas por el Banco de España. Fuentes del sector afirman que las organizaciones de trabajadores de estas entidades no tienen demasiada presencia en los órganos de decisión de las cajas, y que estarán de acuerdo mientras se respeten sus criterios.
Mientras tanto, continúan produciéndose los movimientos necesarios para la reestructuración del sector de las cajas en España, como ya preconizó en alguna ocasión el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez en alguno de sus discursos. En la presentación de resultados de Caja Burgos, su presidente, Julio Fermoso, confirmó ayer que la entidad se suma al proceso de integración de las cajas castellano leonesas.
Fuentes de las entidades han confirmado que se encuentran a expensas de los informes encargados a la consultora KPMG. En el momento que se sepan los resultados de las auditorías sobre la viabilidad de la fusión, los diversos actores confirmarán sus posiciones en el proceso.
Los sindicatos también han hecho acto de presencia en otro de los procesos más sonados de entre los abiertos en las cajas. El secretario general de CCOO en Castilla-La Mancha, José Luis Gil, manifestó que el sindicato no ha descartado emprender acciones legales contra los responsables de CCM. Gil reclamó que se depuren todas las responsabilidades administrativas y, si las hubiera, penales sobre la anterior gestión de la accidentada caja manchega.
Tanto desde el Banco de España, como desde la patronal de cajas, CECA, han asegurado que no existe todavía una previsión de cómo quedará el sector tras la reestructuración. Desde ambos organismos consideran que este asunto compete a las entidades de forma individual. Queda así la incógnita de si se llegará a un escenario de grandes cajas regionales, a la manera de los ‘Landesbank’ alemanes, o si se verán fusiones interregionales entre estas financieras.
