Caixa Catalunya, Caixa Girona y Caixa Tarragona han desmentido a EL BOLETÍN que las conversaciones para llevar a cabo un proceso de integración estén «bloqueadas», tal y como había señalado el Sindicato de Empleados de Cajas (SEC). Según ha señalado un portavoz de Caixa Tarragona, se trata de tan sólo «de la apreciación de uno de los sindicatos», y las conversaciones siguen adelante.
Según denunció ayer el SEC, diversos agentes sociales de Girona y Tarragona han expresado «dudas y reticencias» sobre este proyecto por el temor de que Caixa Tarragona y Caixa Girona queden «absorbidas y diluidas por Caixa Catalunya». «La peor situación es la incertidumbre, que es donde nos han situado las actuales cúpulas de las tres cajas de fundación pública», según ha denunciado el sindicato. En este escenario, hoy mismo Caixa Girona ha anunciado que obtuvo un beneficio neto de 10,8 millones de euros en el primer semestre, cifra que supone una caída del 34,4% respecto al mismo periodo del año anterior.
La entidad atribuye este descenso al esfuerzo realizado en dotaciones extraordinarias por morosidad, que se situó en el 4,78%, con una cobertura del 48% de las provisiones y del 169% si se tiene en cuenta las garantías hipotecarias. La caja presidida por Manel Serra presenta uno de los ratios de capital más elevados del sector, con un Tier I del 8,5% y un ratio de solvencia del 13,1%.
Cataluña ha sido hasta el momento una de las regiones más activas en el proceso de reestructuración del sector. Además del proceso iniciado por estas tres cajas, ya se ha puesto en marcha otro que agruparía a las actuales Caixa Sabadell, Caixa Terrassa y Caixa Manlleu bajo el nombre de Unió de Caixes Catalanes. La propia Generalitat está detrás de los movimientos corporativos, después de que el presidente Montilla animase ya antes de la aprobación del Fondo de reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a fortalecer el sector financiero catalán.
