Los bancos sanos controlarán la mayor parte del capital del ‘banco malo’ y en los corrillos financieros arrecian las apuestas sobre quién será el encargado de dirigir esta sociedad, que aglutinará los activos inmobiliarios tóxicos. El primero que parece haber movido ficha es Isidro Fainé, presidente de La Caixa y la CECA, que habría postulado para el cargo a Enrique Goñi, ex presidente de Banca Cívica.
Así lo han señalado observadores del mercado a EL BOLETÍN, que recuerdan que Goñi ha quedado actualmente en un segundo plano tras haber sido protagonista en los últimos años del buena parte del proceso de reestructuración del sector de las cajas de ahorros. Como antiguo presidente de Caja Navarra, Goñi fue uno de los principales promotores de Banca Cívica, que unió a la entidad con Cajasol, Caja Canarias y Caja Burgos.
Sin embargo, posteriormente Banca Cívica pasó a ser absorbida por CaixaBank, y Goñi se ganó un puesto en el consejo del banco de La Caixa, si bien lo abandonó recientemente al haber concluido con éxito la integración. Actualmente, desempeña funciones ejecutivas en Criteria Caixaholding, otra sociedad dependiente de La Caixa en la que se encuentra Servihabitat, servicio inmobiliario de la entidad que preside Isidro Fainé.
Desde ese punto de vista, el puesto de consejero delegado para dirigir el ‘banco malo’ le vendría como anillo al dedo, aunque en los corrillos suenan muchos otros nombres para el cargo. Según publica Idealista.com, entre los candidatos se encuentran también Roberto Higuera, vicepresidente de Banco Popular; Juan Carlos García Centeno, ex jefe de RBS; Antonio Béjar, responsable de BBVA Real Estate; Manuel del Castillo, de Altamira, la inmobiliaria de Banco Santander; Sergio de Horna, ex presidente de Citibank en España.
La intención del Gobierno, tal y como adelantó el ministro de Economía, Luis De Guindos, es que los inversores privados controlen al menos un 51% del ‘banco malo’, y todo parece indicar que, ante la reticencia de los fondos internacionales, serán los bancos sanos los que conformen el núcleo duro de accionistas. En concreto, en el mercado se espera que Banco Santander, BBVA y La Caixa sean los inversores más potentes de la sociedad, por lo que la última palabra sobre los altos cargos de su organigrama serán suyas.
