El presidente de Novagalicia, José María Castellano, y su consejero delegado, César González-Bueno, han dado su apoyo a los empresarios gallegos que invirtieron en la entidad y que reclaman ahora al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que les garantice su capital una vez que se concrete el rescate europeo, pero no se sumarán a la demanda que preparan estos inversores.
Laopinioncoruña.es publica que tanto Castellano como González-Bueno invirtieron en su momento junto a 17 empresarios gallegos 70,4 millones de euros, que les permitieron hacerse con un 2,54% de Novagalicia. Sin embargo, antes de finales de mes se concretará el nuevo rescate de Novagalicia, que necesita 7.196 millones para cumplir con el escenario más adverso contemplado por la auditoría de Oliver Wyman, y todo parece indicar que perderán sus inversiones, lo que ha causado no poco malestar entre este colectivo, que prepara acciones legales contra el FROB.
En ese sentido, un despacho de abogados trabaja ya en la redacción de una demanda contra el FROB apoyado en un informe jurídico que aprecie base suficiente para fundamentar una demanda en los tribunales por una supuesta ocultación de información sobre la situación real de la entidad. Por el momento, no obstante, Castellano apuesta por la negociación y no se ha sumado a la propuesta de presentar esta demanda.
Entre los empresarios acudieron a la operación, destaca Manuel Jove, que invirtió a través de su sociedad Inveravante. También se encuentran entre los accionistas San José, Copasa, Coren, Gadisa, la firma lucense de transportes Azkar, Hijos de J. Rivera (fabricantes de la cerveza Estrella de Galicia), los astilleros Rodman, la conservera de Boiro Jealsa Rianxeira, Hierros Añón, Climagal (calefacción y aire acondicionado), la sociedad coruñesa de informática e innovación Igalux Innova, Inversora Gallega de Cable y Egasa, la compañía propietaria de la mitad del Casino de A Toxa.
Novagalicia no comunicó el importe de estas inversiones, como tampoco las que realizaron a título personal José María Castellano, y César González Bueno, aunque en los corrillos se comenta que la inversión del presidente alcanzó el millón de euros, por el medio millón del consejero delegado.
