Los consejos de administración de Ibercaja y Caja 3 han llegado a un principio acuerdo para llevar a cabo una integración, pero la operación sólo se llevará a cabo a cambio de que Caja 3, el socio más débil, reciba ayudas públicas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y transfiera sus activos inmobiliarios tóxicos al ‘banco malo’.
Según el comunicado enviado por la caja que preside Amado Franco, la adquisición de Caja 3 por Ibercaja está “condicionada a la obtención de las autorizaciones pertinentes y a la aprobación de las ayudas públicas solicitadas por Caja 3 para cumplir con los requisitos de capital en el marco de su plan de recapitalización, y a ejecutar las medidas contempladas en el Plan de reestructuración aprobado por las autoridades nacionales y comunitarias”.
En dicho plan se solicita que estas ayudas sean en “forma de instrumentos de deuda convertibles”, los famosos CoCos, y se propone transmitir al Sareb o ‘banco malo’ los activos y préstamos inmobiliarios de Caja 3 para reducir sus necesidades de capital.
En ese sentido, Ibercaja avisa de que “las obligaciones” que puedan imponer las autoridades en relación con el plan de recapitalización y reestructuración de Caja 3, con motivo de haber recibido apoyo financiero del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), “afectarán exclusivamente a Caja 3”.
Si finalmente sale adelante el proceso, l nombre de la entidad será el de la adquirente, Ibercaja banco, y el domicilio social estará en Zaragoza. Respecto al reparto accionarial, Ibercaja adquiere el 100% del Banco Caja 3 y este, a cambio, recibirá el 12,50% de la entidad aragonesa, que ostentará el 87,5% del capital.
Con esta adquisición, Ibercaja refuerza, “desde un liderazgo claro, la presencia en las zonas tradicionales de actuación, lo que proporcionará una mayor estabilidad del negocio en estos territorios”, según señala la entidad.
