Economía

Fernández Ordóñez reconoce que la gestión de Guindos en la crisis de Bankia le hizo temer que España quebrase

Miguel Ángel Fernández Ordóñez se despachó a gusto contra Luis de Guindos en su comparecencia ante la Audiencia Nacional el pasado 14 de febrero. El que fuese gobernador del Banco de España reconoció ante el juez Fernando Andreu, que instruye el ‘caso Bankia’, que llegó a temer que España saliese del euro o declarase la suspensión de pagos debido a la forma en que el Ministerio de Economía gestionó la crisis de la entidad y el relevo de Rodrigo Rato.

En su comparecencia, de la que se hace eco El País, Fernández Ordóñez fue muy crítico con la gestión que hizo el Ministro de Economía de la crisis de Bankia, aunque también lo fue con la capacidad de Rato de dirigir la entidad.

“El momento crítico duró muchísimo”, porque “el colapso de Bankia arrastra la imagen de los grandes bancos españoles”. Así definió el exgobernador del Banco de España su visión de la crisis de la entidad, que considera que fue la culpable del ‘hundimiento’ del “Reino de España”, ya que “en un mes la prima pasa de 400 a 500” y ese “es un escenario con problemas de liquidez enormes”. Bajo su punto de vista, esto no se solucionó hasta que “el señor Draghi dice que va a sujetar y la señora Merkel dice en Atenas que no se va a ir nadie del euro. (…) Y hasta el giro que da el Gobierno en la política presupuestaria”, aseguró ante el juez.

“Yo vi aquel momento como un momento en el que España podía salir del euro o hacer default [suspensión de pagos]. Felizmente, todo eso ha pasado. La troika le ha dicho al Gobierno español lo que tiene que hacer, el Gobierno lo está cumpliendo. Todo eso da una tranquilidad enorme. Creo que las cosas han cambiado. En aquel momento, hubiera sido un disparate que el Banco de España hubiera hecho la mínima [crítica en público]”, aseveró Fernández Ordóñez.

El exgobernador recordó que “el hundimiento de las cotizaciones y el colapso en la confianza en Bankia se produce a partir del 7 de mayo”, cuando el ministro de Economía, Luis de Guindos, fuerza la salida de Rato al rechazar sus planes. Según explicó, la salida de Rato fue únicamente orquestada por Guindos, ya que el Ministerio de Economía y el Banco de España trabajaron conjuntamente hasta el 4 de mayo, y en apenas dos días el responsable del Gobierno tomó sus propias decisiones y el supervisor perdió el control de la situación. “Sobre el tema de Rato, a mí el ministro ni me informó ni me preguntó sobre lo que iba a hacer”.

El que fuese máximo responsable del supervisor bancario dijo también al magistrado que “la idea del Banco de España no era quitar a Rato, era que Rato quedara como presidente no ejecutivo, con todo el poder para el consejero delegado, porque parecía menos ruidoso. Y esto es lo que debería haberse producido”. “No tratamos de hacer que Rato se marchase, porque creíamos que podía tener un efecto muy fuerte en los mercados. No se lo pedimos nunca. Lo que le pedíamos es que cediera plenos poderes a quien llegara”, añadió.

Por ello, Fernández Ordóñez se mostró muy crítico con la intervención de Guindos, que calificó de “inusual”, pero tras consultarlo concluyó que no era ilegal y prefirió no criticarlo. Frente al plan del Banco de España, “el 7 de mayo se toma otra decisión, que es la vía del Ministerio, de meter una gran cantidad de capital, y cambiar el gestor y punto”. Ordóñez señaló que “el Banco de España estaba trabajando unas cifras menores” que los 19.000 millones de inyección que tras el relevo planteó José Ignacio Goirigolzarri, al que Ordóñez califica de “gestor supercapaz” y recuerda que era el primero en su propia lista.

Aunque no pensaba lo mismo de Rato ni de Francisco Verdú, entonces consejero delegado, que es “un profesional como la copa de un pino, pero que no es la persona que pueda llevar al cuarto banco del país”. “Venía de ser vicepresidente de un banquito, excelente, por cierto, pero que no tiene miles de empleados y miles de oficinas”.

La fusión con La Caixa, que según declaró Fernández Ordóñez, nunca llegó a estar sobre su mesa para estudiarla, fue una oportunidad perdida de solucionar el problema de Bankia. “La gestión profesional de La Caixa hubiera desplazado a los gestores de Bankia y hubiera podido sacar adelante a Bankia y probablemente sin los 20.000 millones que se pusieron después. El problema no es la integración, a veces es no haber hecho suficientes integraciones”, sentenció el exgobernador del Banco de España.

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