El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha aprovechado hoy su participación en el Ecofin para pedir que “todos los depósitos estén adecuadamente protegidos” en caso de quiebra o reestructuración bancaria, ya que a su juicio, la distinción entre ahorros superiores e inferiores a 100.000 euros es “artificial”.
“Si un banco sufre una fuga de los depósitos superiores a 100.000 euros, los demás también sufrirán”, ha señalado Guindos, según recoge Europa Press, durante el debate sobre la nueva directiva de resolución bancaria, cuyo objetivo es que sean los accionistas y acreedores y no los contribuyentes los que paguen los costes de futuras crisis financieras.
España se desmarca de este modo de la tesis defendida por los Veintisiete sobre este asunto, donde el único punto en común entre todos los socios es que los depósitos por debajo de 100.000 euros estén siempre garantizados.
La Comisión Europea y el BCE han abogado por que se dé una “preferencia a los depositantes” por encima de los 100.000 euros. Es decir, que “sólo se tocarán en caso extremadamente limitados” y “serán preservados en la mayoría de los casos”, en palabras del comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier.
Los primeros en asumir pérdidas serán los accionistas, seguidos de los tenedores de preferentes y deuda subordinada (deuda junior) y los bonistas sénior, según la jerarquía defendida por el representante alemán en el directorio del BCE, Jörg Asmussen. Los grandes depositantes sólo contribuirían “como último recurso”, cuando el resto haya agotado su capacidad de asumir pérdidas.
Algunos países, como Alemania, Francia, Holanda o Dinamarca, han defendido incluso que los grandes depositantes se sitúen en la misma línea que los bonistas sénior a la hora de asumir pérdidas.
