La existencia del Instituto de Crédito Oficial (ICO) es, en la actualidad y tras los acuerdos a los que ha llegado con los bancos, incomprensible para los trabajadores autónomos y las pymes. En teoría, esta entidad pública está para facilitar la llegada de crédito a la calle. En la práctica, sencillamente, esa teoría no se cumple.
Según los datos facilitados por las asociaciones de autónomos, a fecha de hoy tan sólo se han concedido 7.200 millones de euros de un total de 22.000 millones que el ICO tenía planeado para 2013. Pero esto tiene una explicación lógica: el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha exigido en un acuerdo a puerta cerrada que los bancos corran con todo el riesgo a la hora de otorgar una línea ICO. «Hasta ahora el ICO asumía un 50% del riesgo y el banco el otro 50%, pero ahora todo recae en la entidad privada», ha explicado a EL BOLETIN el secretario general de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), Sebastián Reina.
Reina también ha comentado que, en contraprestación, el ICO ha concedido que el reparto de interés total entre él y los bancos beneficiaría ahora a estos últimos, que se llevarían un mayor porcentaje. Sin embargo, y según las cifras ofrecidas en el párrafo anterior, esto no parece ser incentivo suficiente para las entidades colaboradoras. Por lo tanto, Reina se pregunta, dadas las circunstancias, qué diferencia hay entre un crédito ICO y un crédito normal.
Desde el ICO, no obstante, han matizado estas afirmaciones. Los portavoces oficiales de la institución de crédito han explicado a este periódico que se dejó de compartir el riesgo con los bancos tras la llegada de José María Aznar al poder en lo que a créditos destinados a la inversión (esto es, a la compra de suministro, maquinaria, etcétera) respecta. En cuanto a los créditos del ICO destinados a la liquidez, la institución compartió el riesgo con los bancos entre el 2009 y los primeros meses de 2012.
Sin embargo, el Gobierno no parece dispuesto a tomar cartas en el asunto y por lo tanto no existen indicios de que esta situación vaya a cambiar. Así, los autónomos seguirán lamentando que el crédito no fluye pese a que los bancos tienen acceso real a estas líneas de financiación.
