Dividendos

La gran banca española: el doble de beneficio… ¿pero y el dividendo?

El Banco de España recomendó en verano a los bancos que limitasen el payout en efectivo al 25% y que ajustasen el pago en acciones a los títulos en circulación y al beneficio obtenido. Los grandes bancos españoles prácticamente han duplicado sus beneficios hasta septiembre respecto a los obtenidos en el mismo período del año pasado. Sin embargo estas ganancias no conllevarán un mayor dividendo para los accionistas como sería lo habitual, sino todo lo contrario en algún caso. ¿La razón? Una “recomendación” del Banco de España para que se limite el payout después de que durante estos años de crisis las entidades hayan ‘tirado’ del pago en acciones para mantener la remuneración a pesar de la caída de las ganancias.

BBVA, que ha ganado hasta septiembre 3.077 millones de euros (un 86% más que el año anterior), ya ha anunciado que con cargo a 2013, ha decidido no pagar dividendo en enero 2014, aunque tiene previsto incrementar el dividendo de abril 2014 hasta 17 céntimos de euro por acción con el esquema de dividendo opción, para compensar parcialmente (un 50% aproximadamente) dicho impacto.

Para lo sucesivo, la intención de BBVA es sustituir la actual política de retribución al accionista, por una política de remuneración íntegramente en efectivo y ligada a la evolución de los beneficios del grupo, con el objetivo final de distribuir anualmente entre un 35% y 40% de los beneficios obtenidos en cada ejercicio. Esta política se aplicaría de manera progresiva, de forma que en el ejercicio 2014 se combinarían dos pagos en efectivo con dos dividendos opción.

Según ha aclarado el consejero delegado de la entidad, Ángel Cano, la recomendación del Banco de España de limitar el payout al 25% sólo se refiere al año 2013, por lo que no es incompatible con el objetivo marcado por BBVA.

Menos propenso a cambiar su política de dividendos es el Santander, que ganó 3.310 millones en los nueve primeros meses del año, un 77% más que en el mismo período y más que en todo 2012. El consejero delegado, Javier Marín, descartó que por el momento la entidad vaya a variar su política de dividendos. La entidad mantiene el pago de 0,60 euros por acción, repartidos en cuatro ‘script dividend’, que permiten al accionista elegir entre cobrar en efectivo o en acciones. Aproximadamente un 80% de los accionistas eligen el cobro en títulos.

“Nuestra política de dividendo se ajusta a las recomendaciones del Banco de España”, aseguró Marín, que no quiso adelantar lo que podría ocurrir con el dividendo de 2014 hasta que no tome una decisión la Junta de Accionistas. No obstante, sería una sorpresa cualquier variación teniendo en cuenta que ha mantenido una retribución de 0,60 euros por acción en los últimos cinco años.

CaixaBank, que también permite a los accionistas elegir si cobrar en efectivo o en acciones, tampoco ha dado ninguna señal al momento de que vaya a variar su política de dividendos por ahora. La entidad, que ganó hasta septiembre 458 millones de euros, un incremento de un 164,5% respecto a los 173 millones ganados en el mismo periodo de 2012, mantiene para 2013 una remuneración de 0,20 euros por acción a través de cuatro pagos de cinco céntimos por título, el último de ellos previsto para junio de 2014.

La Dirección General de Regulación y Estabilidad Financiera del Banco de España remitió a finales de verano una carta a las asociaciones profesionales del sector financiero AEB y CECA en relación a la política de distribución de dividendos, que “debe estar ajustada al principio de cautela y orientada a asegurar en todo momento un adecuado nivel de capitalización”.

Por ello, el Banco de España recomendaba que durante el ejercicio 2013, y “teniendo en cuenta las circunstancias de cada entidad”, se limitase el reparto de dividendos y que, en todo caso, los dividendos en efectivo que se satisficieran en este ejercicio no excedieran del 25% del beneficio consolidado atribuido.

Las políticas de distribución de dividendos de las entidades debían considerar, además de los pagos en efectivo, los que se realizan mediante entrega de acciones. “En la medida en que esta alternativa se utilice de manera recurrente y no responda a una situación temporal o transitoria, es conveniente que el dividendo total por acción se ajuste razonablemente para acomodarse al crecimiento de las acciones en circulación y a la evolución de los beneficios”, señalaba el supervisor.

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