Finanzas

Botín pide que ni los contribuyentes ni los bancos sanos vuelvan a pagar una crisis

El presidente de Banco Santander considera que ir más allá de Basilea III en requerimientos de capital “puede ser contraproducente” y afectar al flujo de crédito. El presidente de Banco Santander, Emilio Botín, ha aprovechado el discurso de apertura de la VI Santander International Banking Conference para mostrar su apoyo al “objetivo de que los contribuyentes y las entidades financieras bien gestionadas no tengan que volver a soportar los costes de crisis financieras”.

En ese sentido, Botín ha pedido que la nueva etapa de estabilidad económica que estamos iniciando sea también de “estabilidad regulatoria, de forma que el sector pueda enfocarse en la rentabilidad de sus negocios y en su papel fundamental en la economía real”.

“El sector tiene que ser rentable para ser sostenible en el tiempo, para atraer inversores que apoyen el desarrollo del negocio y para estar a la altura de las necesidades de los clientes”, ha recordado Botín, que considera que ir más allá de Basilea III en requerimientos de capital “puede ser contraproducente”, ya que “la aportación marginal de seguridad al sistema es mínima y no compensa la caída que ello supondría en el flujo de crédito”.

Al mismo tiempo, ha recordado que “regular sólo a los bancos no resuelve los problemas” ya que todos los segmentos del sector financiero estuvieron involucrados en la crisis, y ha resaltado “la importancia de la supervisión”. “No hay regulación que pueda sustituir a una rigurosa supervisión. Y por buena supervisión me refiero a la supervisión cercana, que permita un buen conocimiento de las entidades y asegure, sobre todo, una buena gestión de los riesgos”.

Para el presidente del Santander, una Europa “más integrada y sólida” ayudará a recuperar la confianza en el euro y en la banca europea, y servirá para romper definitivamente el círculo vicioso entre la deuda soberana y la bancaria en 2014.Así, ha defendido la creación de un supervisor único en el Viejo Continente, “un paso decisivo e irreversible” en el proceso de integración financiera que, a su juicio, debe ir acompañado de un mecanismo único de resolución.

“Es necesario contar con una única autoridad con poderes bien definidos y con acceso a un fondo único de resolución que sea el recurso de último instancia en caso de crisis de cualquier entidad”, ha destacado. En ese sentido, ha destacado los test de estrés que realizará el BCE pero ha recordado que queda pendiente la armonización del cálculo de los activos ponderados por riesgo para asegurar que las ratios son equiparables entre países. “Es un punto importantísimo, pues se han detectado diferencias muy significativas que pueden dificultar la comparación de los ratios de solvencia entre las entidades de los estados miembros del área euro e incluso perjudicar a las más conservadoras”, ha señalado Botín.

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