Tras la confirmación oficial de que el mayor banco privado de Venezuela se hará con el banco de las cajas gallegas, algunos analistas señalan unas cuantas incógnitas. Poco después de las nueve de la noche, el FROB realizaba la confirmación oficial de una noticia, el triunfo de Banesco en la puja por Novagalicia, que los medios de comunicación habían dado por buena unas horas antes, cuando se produjeron las primeras filtraciones tras el cierre de la Bolsa española.
La operación ha dejado algunas incógnitas que se filtran en los análisis de urgencia que se realizan en medios financieros. Una de ellas se refiere a la imposibilidad de Banesco de anotarse los créditos fiscales de 2.260 millones de euros que anotaba Novagalicia y que suponían una ventaja para el ganador.
Se suponía que la entidad venezolana no iba a poder hacer uso de ellos porque sólo estaban disponibles para los bancos nacionales. Sin embargo, el propio presidente de Banesco, Juan Carlos Escotet, explicó en una entrevista concedida al diario ‘El País’ el 4 de octubre de 2013 que la sede fiscal del holding esta en España. Escotet aseguraba entonces que habían estudiado el asunto hace años y que descubrieron que el régimen fiscal español era muy atractivo.
Además, los tres socios que controlan el 85% de este holding tienen ‘ascendencia’ española, según explicó el propio presidente, que hasta admitió que, por estar radicados en Madrid, no habían podido repatriar dividendos en los últimos años porque se les exigía hacerlo con el cambio oficial del bolívar.
Con estas consideraciones algunos comentaristas no tienen tan claro que Banesco no pueda aplicar los créditos fiscales de los que hablábamos antes. Más aún cuando la compra la va a realizar el Banco Etchevarría, con cuya compra la entidad venezolana, pero que sería española a efectos fiscales, realizó su primera incursión en este mercado.
También hay expertos que consideran ‘singular’ que las autoridades españolas vayan a aceptar que Novagalicia vaya a quedar en manos de un banco de un tamaño bastante menor y gestionado por un equipo sin apenas experiencia en el sector financiero europeo. Según los últimos datos disponibles, Novagalicia tiene unos activos de 56.700 millones de euros, que doblan los 27.500 millones de Banesco.
Otras preguntas se relacionan con la financiación, probablemente con recurso al mercado, de los 1.000 millones de euros que Banesco se ha comprometido a pagar y con la manera en la que lidiará con los ‘preferentistas’, cuyas demandas se ha comprometido a solucionar sin solicitar ayudas del Estado.
También hay interés por saber qué es lo que va a suceder cuando se concrete la operación, con el actual equipo de gestión de Novagalicia que encabezan José María Castellano, como presidente y César González Bueno, como consejero delegado.
