Los trabajadores del área de expansión denuncian su “humillación” por el cierre de oficinas de la entidad. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha decidido incluir la red de sucursales fuera de Cataluña en la subasta de CatalunyaCaixa, pero finalmente estará compuesta sólo por 43 oficinas, frente a las casi 200 que tenía hace apenas unos meses, lo que implicará nuevos cierres que ya han despertado las quejas de los trabajadores, que se consideran “humillados” y “engañados” tanto por la propia entidad como por los sindicatos que aprobaron el ERE.
En principio, la red fuera de Cataluña de la entidad rescatada estaba compuesta por 196 sucursales, pero el pasado mes de abril se inició un proceso de cierre de 46 oficinas, con el plan de vender el resto en una operación paralela a la subasta de CatalunyaCaixa. En principio, Evo Banco (Apollo) y Banco Popular se habían interesado por esta red, pero exigieron al FROB ayudas a cambio de presentar una oferta.
Por ello, el fondo de rescate finalmente ha desechado esta opción e incluirá las sucursales en la subasta del banco, que ha recibido 12.000 millones de euros de ayudas públicas. Sin embargo, sólo serán 43 por lo que, sin sumar los 46 cierres anunciados en abril, otras 107 oficinas deberán desaparecer antes del 14 de julio, fecha límite para presentar ofertas vinculantes por la entidad.
Estos cierres han sentado como un jarro de agua fría a los empleados. El sindicato ATRAE señala en un duro comunicado que “un empujoncito más y el futuro de las 43 oficinas restantes condicionadas a la voluntad del comprador, habrán sucumbido sin rechistar a la liquidación de un total de 1.600 trabajadores que hemos configurado la Expansión”.
“Qué humillación estamos sufriendo y qué falta de consideración y respeto nos tienen”, señala la formación, surgida de la preocupación de varios representantes de los trabajadores, delegados de personal, y miembros de los comités de empresa de la zona de expansión de CatalunyaCaixa.
El sindicatos explica que “resulta chocante por no decir miserable ver cómo en la carta de despido, aducen para dejarnos en el paro, la mala situación económica, del sector y de la entidad, y por otro lado se les llena la boca en sus notas de prensa de km. Cero, que estamos saneados, damos beneficios, tenemos holgada liquidez, e incluso en algunas variables estamos mejor que la competencia”.
Tampoco ahorra críticas contra los sindicatos que firmaron el ERE en curso, que consideran que se cebó en especial en la zona de expansión causando la actual situación. “Fuimos los palmeros en huelgas y concentraciones de quién nos iban a consentir y firmar nuestra liquidación”, se lamenta ATRAE, que avisa de que “no hemos terminado nuestros procesos judiciales y futuras acciones”.
