Navegando por la red

Phonedog contra su ex empleado: Por mis seguidores de Twitter ma-to

http://www.nytimes.com/2011/12/26/technology/lawsuit-may-determine-who-owns-a-twitter-account.html?ref=technology

Las disputas por cuestiones de propiedad intelectual ya son pan de cada día en el ámbito de la tecnología, pero este caso es, cuanto menos, llamativo. La empresa Phonedog reclama a un ex empleado que le abone 260.000 euros. ¿El motivo? Llevarse a sus seguidores de Twitter al irse de la empresa.

El antiguo trabajador, el escritor Noah Kravitz, se ha “quedado” con los 17.000 seguidores que tenía en la red de microblogging cuando trabajaba en la empresa, y ahora la compañía le reclama 1,9 euros al mes por cada uno durante ocho meses.

Kravitz trabajó durante cuatro años en el portal de telefonía móvil Phonedog, y había comenzado a publicar en Twitter bajo el nombre Phonedog Noah. Cuando Kravitz dejó su trabajo, PhoneDog le confirmó que podía mantener esa cuenta de Twitter a cambio de publicar de vez en cuando en ella, algo así como una publicidad indirecta.

Kravitz ha asegurado al diario The New York Times que “la compañía me pidió que ‘tuitease’ de vez en cuando con mi nombre y yo acepté”. Desde ese momento empezó a escribir como NoahKravitz, manteniendo los 17.000 seguidores.

Ocho meses después, PhoneDog le demandó ante la Corte Federal de California, afirmando que se había apropiado de la lista de Twitter de la compañía, que considera una lista de clientes y pide a Kravitz un total de más de 260.000 euros por vulnerar la propiedad intelectual que suponen los costes y los recursos invertidos para el crecimiento de sus seguidores, fans y conocimiento de la marca en general.

Kravitz, por su parte, ha asegurado que la demanda es una represalia por afirmar que el 15% de los ingresos brutos de publicidad del sitio se debían a él, como tuitero, revisor de vídeos y bloguero.

Las relaciones laborales nunca fueron fáciles y parece que las nuevas tecnologías y las redes sociales no siempre ayudan a mejorar la comunicación y limar asperezas.

Más información