Grecia

¿Es Irlanda un ejemplo para Grecia?: la pregunta que divide a los expertos

Enda Kenny, primer ministro de Irlanda

El Tigre Celta ha presentado unas cifras de crecimiento realmente buenas. Sin embargo, algunos analistas explican que la clave de su éxito no se encuentra en las reformas sino en sus potentes socios comerciales. Irlanda fue el segundo país del euro en ser rescatado por la Troika –la tríada de acreedores formada por la Comisión Europea, el BCE y el FMI- al pedir 85.000 millones de euros en noviembre del 2010, meses después de que Grecia solicitase los 110.000 millones de su primer paquete de ayudas y meses antes de que Portugal pidiese los 78.000 millones de euros que se enviaron a Lisboa. Sin embargo, fue el primero en abandonar la tutela de sus prestamistas y ahora se erige, para muchos, como el sufrido ejemplo a seguir.

Las personas que ensalzan los esfuerzos del Tigre Celta engordaron su lista de argumentos con el dato que la semana pasada publicó la Oficina Central de Estadísticas irlandesa: la economía de la isla creció un 4,8% en 2014, el ritmo más rápido de todo el Viejo Continente, y se espera que haga lo propio un 3,5% en el presente ejercicio. Grecia, por el contrario, acumula datos mucho más discretos, cuando no preocupantes, y no parece terminar de encontrar el camino de salida a la salvaje crisis que asola el país. Por eso no son pocos los analistas que recomiendan al nuevo primer ministro, Alexis Tsipras, que se fije en Dublín.

Es de esta opinión, por ejemplo, James Warren. Warren, que ha sido citado en un reportaje de Newsweek, es un economista del ‘think tank’ londinense NIESR. Opina que aunque la situación de Grecia siempre ha sido peor, durante la crisis, que la de Irlanda, “Atenas podría beneficiarse de la credibilidad y la estabilidad que obtendría llevando a cabo reformas económicas”. “Las negociaciones sobre el rescate del Banco Central Europeo [BCE] para Grecia han sufrido retrasos por culpa de una falta de compromiso en el recién elegido Gobierno de Syriza”, ha subrayado este experto antes de añadir que la falta de iniciativa por parte de Tsipras no sólo no va a ayudar al país mediterráneo sino que va a generar una fuga en las inversiones que tanto necesitan los griegos.

Enfrente se encuentra el profesor Stephen Kinsella, de la Universidad de Limerick, sita en la propia Irlanda. Para Kinsella las realidades del Tigre Celta y Grecia no son comparables, dado que el primero se ha beneficiado sustancialmente “de la recuperación de algunos de sus principales socios comerciales, como el Reino Unido o EEUU”. Unos socios comerciales que Grecia no tendría, como tampoco los tiene Portugal. “Estos países no pueden construir su salida a la crisis del mismo modo que nosotros hemos hecho”, aclara el experto antes de señalar lo “afortunada” que es Irlanda en este aspecto.

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