«No debemos olvidar que se trata de un programa de tres años y por ello aquí también debe regir que más importante que la premura es la minuciosidad». La canciller alemana, Angela Merkel, considera que los acreedores de Grecia deberían aspirar a llegar a un acuerdo exhaustivo de ayuda financiera a cambio de reformas más que alcanzar un resultado apresurado.
«No debemos olvidar que se trata de un programa de tres años (…) y por ello aquí también debe regir (la regla) de que más importante que la premura es la minuciosidad», dijo hoy el portavoz de la mandataria, Steffen Seibert.
El gobierno alemán comentaba así las versiones de que los acreedores internacionales y Atenas estarían muy cerca de llegar a un acuerdo para el tercer rescate financiero que recibe Grecia en tan solo cinco años, por unos 86.000 millones de euros (94.300 millones de dólares).
Según fuentes europeas en Bruselas, las negociaciones por un tercer paquete de rescate financiero están avanzando y los ministros de Finanzas de la eurozona podrían reunirse este viernes para analizar los resultados.
Las delegaciones negociadoras «están trabajando día y noche para finalizar el texto de un memorándum de entendimiento y una lista adicional de acciones prioritarias que las autoridades griegas podrían legislar en breve», señaló la portavoz de la Comisión Europea Annika Breidthardt.
El Ejecutivo de la Unión Europea es uno de los negociadores del paquete, junto con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
«Las instituciones están trabajando duro y muy estrechamente con las autoridades griegas …. Se puede llegar a un acuerdo en el mes de agosto, preferentemente el 20 de agosto», agregó. Grecia debe saldar ese día una deuda de 3.200 millones de euros al Banco Central Europeo.
Un portavoz del ministerio alemán de Finanzas recalcó que Alemania está dispuesta a revisar con rapidez los resultados de las negociaciones, que posteriormente deberán ser aprobadas por los Parlamentos de varios países.
El portavoz de Merkel aclaró que el programa deberá ser aceptado antes «en todos sus puntos» por el Parlamento griego.
En Alemania, los votos parlamentarios han dejado al descubierto una creciente resistencia a seguir ayudando a Atenas, especialmente en las filas de los 311 diputados del bloque conservador de Merkel.
Un total de 60 legisladores de las Uniones Demócrata y Social Cristianas de Merkel se rebeló y votó en julio en contra de entablar negociaciones para un tercer rescate. El número duplicó los 29 que se negaron en febrero a extender el segundo programa de ayuda al país heleno.
