La divisa japonesa incrementa su valor y se posiciona como alternativa al euro y al dólar mientras la situación de Grecia reaviva la cautela en la euro zona. El país heleno, por su parte, afirma que no necesita ayuda e insta a la tranquilidad al resto de socios de la UE. El yen incrementa su valor a pesar de que el Producto Interior Bruto (PIB) del país no alcanzó las expectativas del tercer trimestre.
Según los expertos, esta tendencia tiene como principales impulsores la crisis económica de Grecia y el temor que originó la semana pasada el holding Dubai World, cuando amenazó con declararse en quiebra. Estos dos acontecimientos han generado que muchos inversores apuesten por la moneda nipona, poniendo así en dificultades al Banco Central de Japón.
El cruce del yen frente al dólar se situaba en la jornada de hoy en 87,8 monedas por cada billete verde. El cambio frente al euro ascendía a 129,41 yenes.
Por su parte, el país heleno, aunque se encuentra bajo el paraguas protector de la Unión Europea (UE), ha afirmado de la mano de su ministro de Finanzas sentirse confiado. Los mercados helénicos recibieran esta mañana el golpe de una rebaja en la calificación crediticia del país por Fitch. “Grecia depende de sus propias fuerzas. No estamos esperado que nadie nos salve” comentó George Papaconstantinou en rueda de prensa.
Fitch Ratings recortó el martes la nota de la deuda griega a “BBB+” con un panorama “negativo”, la primera vez en 10 años que una agencia calificadora importante sitúa a Grecia por debajo del nivel “A”, debido al deterioro de las finanzas públicas de una de las economías más débiles de la zona euro.
Grecia, sin embargo, no es el único país que ha sufrido una recalificación. Así, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor´s confirmó la nota “AA+” de la deuda pública de España, aunque revisó a la baja la perspectiva de crédito, que pasa de “estable” a ser “negativa”, ante las previsiones de bajo crecimiento económico y la persistencia de un elevado déficit fiscal, lo que deja abierta la posibilidad de un recorte de la calificación soberana de España en los dos próximos años.
“El cambio en la perspectiva se debe a nuestras expectativas de un crecimiento del PIB significativamente más bajo y a la persistencia de déficit fiscales elevados a medio plazo, a falta de esfuerzos de consolidación fiscal más agresivos y políticas más fuertes enfocadas a la mejoría de las perspectivas a medio plazo”, explicó el analista de la firma, Trevor Cullinan.
Paul Volcker, uno de los miembros del gabinete económico de Barack Obama, se reunió en la ciudad alemana de Bonn con representantes de partidos de centro derecha europeos para hablar de la economía. Volcker aseguró durante su discurso que los negocios aún no pueden funcionar de la forma en la que solían hacerlo.
