El Banco Internacional de Pagos (BIS) ha convocado para este fin de semana una reunión de urgencia en Basilea (Suiza) con los gobernadores de los bancos centrales y otros dirigentes de las entidades financieras con el objetivo de evitar una recaída en los “excesivos riesgos” y las “conductas agresivas” que originaron, ya hace más de dos años, la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Estas preocupaciones se unen a la de otros reguladores financieros, como el Bundesbank, que ha puesto en duda la solvencia de la banca alemana por los impagos de los créditos.
El banco de basilea afirma que las “firmas financieras han vuelto a operar con el mismo comportamiento agresivo que prevaleció en el periodo anterior a la crisis”, según recoge el diario ‘Financial Times’. “La seguridad prolongada de que habrá financiación barata y abundante puedo animar a asumir riesgos excesivos”, cree el BIS.
Así, el organismo propone en su convocatoria (restringida a los asistentes y a la que ha tenido acceso FT) una serie de propuestas con las que crear un sistema financiero verdaderamente más sano y no sólo en apariencia. Algunas de ellas pasan por rebajar las tasas de retorno para desmotivar a las entidades a que tomen ciertos riesgos. “El descenso en los costes de financiación, sumado a la subida libre de la curva de rentabilidad hace a las entidades muy vulnerables ante futuras subidas de tipos”, explica la institución, conocida como ‘el banco de los bancos centrales’.
A la reunión no sólo acudirán las autoridades monetarias de cada región, sino que asistirán también otros ilustres invidatos, como Larry Fink, de BlackRock; Vikram Pandit, de Citigroup; o John Stumpf, de Wells Fargo. El BIS también invitó a otros como Jamie Dimon, de JP Morgan o Lloyd Blankfein, de Goldman Sachs, pero no tienen previsto acudir. El Santander y BBVA no han querido confirmar a EL BOLETÍN si acudirán o no a la reunión, pero fuentes financieras recuerdan que los máximos ejecutivos de estas entidades siempre suelen estar presentes en estas reuniones.
La reunión se produce en un momento de incertidumbre intenso. El alto desempleo, la posible burbuja en el mercado de deuda privado y el aumento de la deuda pública ensombrecen la incipiente recuperación de la economía mundial. Además, el sistema financiero podría enfrentarse ahora a una nueva crisis, como consecuencia de las amortizaciones (reducciones de valor contable de los activos) que provendrán de los impagos de los préstamos, como consecuencia de las quiebras empresariales. Sólo en Alemania, el Bundesbank cifra en hasta 75.000 millones de euros estas pérdidas adicionales.
En este escenario, las entidades han iniciado una carrera de macroecomisiones de cédulas hipotecarias para poder hacer frente a los vencimientos de deuda que deberán afrontar en los próximos meses. Desde que comenzó el año, entidades como el Santander, BBVA, Dexia o BNP Paribas han emitido 18.000 millones de euros en bonos garantizados. Otros bancos, entre ellos BPI o el Sabadell también tienen planes para captar en breve dinero en el mercado mediante este instrumento financiero.
