Brexit

Reino Unido realizará informes para que los extranjeros “no quiten puestos de trabajo a los británicos”

Bandera del Reino Unido

El gobierno de Theresa May impondrá restricciones para reducir el número de inmigrantes. Con el Brexit, Reino Unido ha tomado decididamente un camino sinuoso. Las circunstancias económicas y políticas del país están precipitando decisiones éticamente muy cuestionables, como las planteadas por el actual gobierno británico. La nueva ministra de Interior, Amber Rudd, ha anunciado que el Gobierno destinará 140 millones de libras para intentar reducir el número de inmigrantes en Reino Unido. Para ello impondrá restricciones a la llegada de estudiantes y trabajadores extranjeros. Una decisión que afectará directamente a las universidades y empresas de la isla.
 
La ministra Rudd ha detallado algunas de las medidas que incluirá el plan antiinmigración. Una de ellas es que se realizarán informes en las empresas con el fin de comprobar que los empleados extranjeros “llenan huecos en el mercado laboral, pero no quitan puestos de trabajo a los británicos”. El clásico ‘vienen aquí para quitarnos el trabajo’ pronunciado por el mismísimo gobierno británico.
 
La positiva influencia de la inmigración en el devenir de la sociedad, economía y cultura de Reino Unido es algo tan notorio que la propia ministra lo ha reconocido. Sin embargo, considera que es “demasiada gente” la que llega al país, por lo que hay que trabajar para que “solo entren los más brillantes y mejores”, afirma Amber Rudd, ministra de interior del gobierno de Theresa May.
 
La ministra garantiza que habrá que limitar el número de estudiantes extranjeros porque “después se quedan en Reino Unido a trabajar”.
 
Declaraciones que transmiten la semilla de lo que podría ser Europa en no mucho tiempo. La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, dijo durante el día de ayer que los médicos extranjeros que actualmente residan en el país seguirán en él sin problemas “hasta que haya el suficiente número de médicos formados en Reino Unido”. Una fecha que, según el ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, será en el año 2025.
 
Estas medidas muestran que el Reino Unido jugará agresivamente sus cartas durante el inicio de la negociación de salida de la Unión Europea. May pretende activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa antes de marzo de 2017. Según ella, retomar el control de la inmigración a partir de entonces “será clave” para el país, por lo que se muestra optimista ante las negociaciones con Bruselas.
 
Reacción empresarial
 
Las empresas que conforman la ‘City’ de Londres no se han sentido conformes con la decisión del gobierno británico. Amantes del liberalismo, muchas de esas empresas rechazan las restricciones impuestas por el Estado y las dificultades

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