Uno de los grandes referentes empresariales de Wall Street, General Electric, anunció hoy que su beneficio del cuarto trimestre bajó un 19%, hasta los 2.940 millones de dólares (28 centavos por acción), pero mejoró las previsiones de los analistas, que esperaban un resultado de 26 centavos por títulos, gracias a las desgravaciones fiscales de su programa de reestructuración de plantilla.
El conglomerado industrial cuenta en la actualidad con 300.000 trabajadores, 23.000 menos que a finales de 2008. Las cuentas de General Electric se vieron lastradas por la caída del beneficio en su división financiera (-67%), de medios de comunicación, a través de NBC Universal (-30%), y de infraestructuras tecnológicas (-16%). Estos deterioros neutralizaron los progresos en las áreas de consumo, industria, energía e infraestructura.
El máximo directivo del grupo, Jeff Immelt, se ha mostrado prudente de cara al futuro: “Continuamos operando con disciplina”, pero también ha reconocido que el escenario “ha mejorado”.
Las acciones de la compañía estadounidense se anotaban unos notables avances del 3% en la preapertura de Wall Street. El Dow Jones cedía un 0,3%.