Internacional

Las diferencias entre EEUU y Europa frenan los planes para una reforma bancaria global

Los ministros de Hacienda de las siete potencias más poderosas del planeta se reunieron en el Ártico para tratar la crisis financiera, y pese al buen clima reinante, el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, no logró sacar adelante sus planes sobre una reforma bancaria.

Si bien los ministros y presidentes de los bancos centrales del G-7 llevaban las mismas intenciones bajo el brazo al reunirse en la ciudad de Iqaluit, a 320 kilómetros al sur del Círculo Polar Ártico, uno de los proyectos que Timothy Geithner pretendía sacar adelante no ha contado con el apoyo suficiente.

El secretario del Tesoro de EEUU propuso ante sus colegas de Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá llevar adelante una regulación global para poder controlar de forma más ágil y óptima a la banca comercial y algunas de sus inversiones, entre otros objetivos.

Sin embargo, Christine Lagarde, ministra de Hacienda y Finanzas gala afirmó que no se pudo llegar a un acuerdo conjunto dado que “algunos países como Francia, Alemania o Japón tienen legislaciones diferentes al respecto, y sería difícil distinguir qué inversiones deben ser reguladas”.

En cualquier caso, sí es cierto que la voluntad de ayudar a sus respectivas economías con planes estatales mientras la recesión siga siendo una amenaza fue un punto en el que todos los representantes estuvieron de acuerdo.

Además, estas ayudas deberán llevarse a cabo sin comprometer a otros sectores económicos de los respectivos países. También demostraron unidad estos portavoces económicos cuando afirmaron que el contribuyente no acarrearía con los gastos de los estímulos y el apoyo al sistema financiero. Por último, se habló de las novedades acontecidas la semana pasada en los mercados bursátiles, cuando estos se desplomaron ante el temor del endeudamiento de Grecia, España y Portugal.

Al finalizar el encuentro, todos los representantes del G-7 ofrecieron una rueda de prensa conjunta para anunciar un acuerdo mediante el cual los organismos internacionales crediticios otorguen nuevos préstamos a Haití debido al terremoto que asoló Puerto Príncipe, la capital, hace unas semanas, y que ha causado miles de muertos y la destrucción total de gran parte de la urbe. En esta cuestión no hubo tensión, a pesar de las declaraciones de Francia dirigidas a EEUU en el pasado.

Los asistentes no usaron corbatas y el anfitrión canadiense ofreció a sus colegas un paseo en trineo tirado por perros en la helada Bahía de Frobisher. De hecho, los representantes japoneses, con el ministro Naoto Kan a la cabeza, retrasaron la conferencia sobre la reunión debido a esta actividad, a la que, sin embargo, no acudieron ni Timothy Geithner ni Ben Bernanke.

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