Alemania y Francia son otros países europeos, además de Grecia, que en estos días están sufriendo huelgas parciales de determinados sectores de la población.
En ambos países la huelga ha afectado sobre todo al sector aeroportuario al acordar una huelga los controladores aéreos franceses, sumándose -por distintos motivos- a la convocada hace unos días por los pilotos de la compañía germana Lufthansa, y que ha sido desconvocada recientemente.
La aerolínea alemana Lufthansa, con la huelga ya desconvocada, anunció un calendario especial con más de 400 vuelos adicionales hasta final de semana con el afán de recuperar la normalidad de sus desplazamientos.
Sin embargo en Francia no sucede lo mismo tras dos días de huelga, y según informan los medios galos, en los aeropuertos de París, uno de cada dos vuelos ha sido anulado en Orly y uno de cada cuatro en Roissy, mientras que muchos aeropuertos de provincia permanecieron cerrados por completo. La compañía estatal Air France indicó que el 50% de sus vuelos de corta y mediana distancia de Orly y el 25% de Roissy fueron anulados este martes y miércoles, aunque todos los vuelos de larga distancia estaban garantizados. Este paro ya está afectando a otros aeropuertos europeos.
En España tuvo lugar ayer una manifestación convocada por los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de los Trabajadores (UGT), pero que tampoco tuvo una gran repercusión social. La marcha fue la primera que ambas organizaciones coordinan contra el Gobierno socialista presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, y tuvo como objetivo protestar por algunas reformas que quiere implantar el Ejecutivo para luchar contra la crisis. Según los líderes sindicales, las reformas propuestas vulneran el compromiso adquirido de que en esta legislatura no habrá recorte de los derechos sociales.
