Grecia probará credibilidad financiera con el lanzamiento de una emisión de bonos a siete años después de que el pasado viernes la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobaran un mecanismo de rescate para el país mediterráneo. El anuncio del Tesoro griego ha truncado la relajación de las tensiones en el mercado de deuda.
El Gobierno aún no ha precisado la cantidad total de deuda que emitirá, pero algunos medios cifran el objetivo en 5.000 millones de euros. Para la operación se ha fijado como referencia un precio de 310 puntos básico sobre el midswap. Los bancos colocadores son Alpha Bank, Bank of America Merrill Lynch, Bank Emporiki, ING Groep NV y Societe Generale.
Atenas se enfrenta a vencimientos de deuda en abril de 11.000 millones de euros, de acuerdo con los datos de Product Development and Management Association (PDMA), que cita la agencia Dow Jones. En mayo deberá afrontar compromisos financieros valorados en 11.646 millones.
El país ha colocado en el mercado 18.000 millones euros desde que comenzó el año, el 33% de sus necesidades de financiación. El pasado 4 de marzo, Grecia superó con éxito su última prueba de fuego. El Tesoro consiguió emitir 5.000 millones de euros en bonos a diez años. Las peticiones triplicaron la oferta, y el coste final de la operación fue inferior al esperado (300 puntos básicos sobre el mid swap).
Las ayudas acordadas la semana pasada sirvieron para relajar la incertidumbre de la deuda griega en el mercado. Pero el anuncio de hoy frenó esta mejora. El diferencial del bono a diez años frente al bund alemán se amplió hasta los 312 puntos básicos, desde los 306 puntos del viernes, aunque por debajo aún de los registros que marcó la semana pasada. Los credit default swaps (CDS) de Grecia se encarecieron hasta los 301 puntos desde los 295,3 puntos.
El país heleno cuenta con una calificación de A2 por Moody’s, de BBB+ por Standard & Poor’s, la misma que Fitch.
